El negocio de tiendas físicas de Amazon registró una caída del 3% durante el cuarto trimestre del 2018 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto parece significativo, ya que es la primera vez que el gigante del ecommerce incluye a Whole Foods, la cadena de supermercados que compró en el 2017.
Sin embargo, los ejecutivos de Amazon le restaron importancia a esta cifra, y afirmaron que la disminución del negocio en tiendas físicas se debió principalmente a un cambio contable, según revela el portal Business Insider.
Es por ello que el director financiero de Amazon, Brian Olsavsky, explicó que durante el cuarto trimestre del año pasado, Amazon alineó el calendario fiscal de Whole Foods con el suyo propio, resultando en cinco días adicionales de ingresos en el cuarto trimestre del 2017.
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En el pasado ejercicio, Amazon también lanzó sus servicios de recogida y entrega de alimentos de Whole Foods, que ofrece a través de Prime Now, en varias ciudades de Estados Unidos durante 2018. Esas ventas se contabilizan como ingresos web de Amazon, en lugar de como ventas físicas en la tienda. Ajustando con esos dos factores, las ventas de Whole Foods subieron un 6% anual.
Esto, también significa que las ventas online de Whole Foods probablemente hayan impulsado las ventas online en general, contribuyendo a una perspectiva más optimista. Los analistas de Nomura Instinet escribieron en una nota a los inversores que las ventas de Whole Foods contribuyeron con 12,5%, del estimado 1%, al crecimiento de las ventas de las tiendas online.
Finalmente, esto deja al resto de iniciativas de tiendas físicas de Amazon, incluyendo Amazon Books, sin ninguna forma fiable de medir el crecimiento de las ventas o la falta de ellas. Pasará un tiempo antes de que se obtenga datos concretos sobre la flota de Amazon de tiendas Go o de 4 estrellas, que se ampliaron en 2018 y crecerán aún más en el 2019.