Los pequeños negocios han sido impactados por las protestas que se están desarrollando en el país. El desempeño de la campaña escolar y turismo son los más afectados por esta crisis política. Las mypes de Mesa Redonda y Gamarra han reportado una gran caída en sus ventas por esta situación y el turismo viene en picada. De hecho, las empresas de este último sector dan por perdido el primer trimestre del año.
En esta línea, Mesa Redonda reporta una caída de 80% en las ventas debido a que los negocios no están abriendo por las protestas y trifulcas que se registran en sus calles aledañas.
El presidente de la Cámara de Empresarios de Mesa Redonda, Pedro Gálvez, comentó al diario La República que en diciembre ya las ventas habían caído un 40%, pero ahora se ha desatado el temor de los clientes de acudir al centro. “No tenemos cómo enviar nuestros productos al por mayor al estar cerradas las vías como el Barrio Chino de Ica, que nos conecta con el sur”, puntualizó.
Mesa Redonda tiene 18.000 negocios licenciados, pero en los últimos días alrededor de la tercera parte de los locales no está atendiendo. Según refiere Gálvez, esto repercute en aquellos trabajadores que viven del día a día porque solo las medianas y grandes empresas pueden cubrir con sus gastos.
La convulsión política y social está frenando las expectativas en cuanto a la campaña escolar en el emporio comercial. Si bien esta temporada, a diferencia de las de 2021 y 2022, genera más entusiasmo entre los comerciantes al no haber restricciones sanitarias por la pandemia, sí va acompañada de preocupación por las protestas.
Campaña escolar en jaque
El vicepresidente de la Cámara de Empresarios y Comerciantes de Mesa Redonda, Román Nazario, había comentado a otros medios locales que estimaban facturar US$ 14 millones al día en esta temporada, pero el monto será un 20% menos por las dificultades para distribuir los útiles en algunas regiones.
Por su parte, desde Gamarra consideran que la campaña escolar seguirá sin superar niveles prepandemia por cuarto año consecutivo.
En este sentido, la presidenta de la Asociación Gamarra Perú, Susana Saldaña, mencionó que casi el 60% de lo que produce el emporio comercial se va a nivel nacional y un 30% a las regiones del sur. “El bloqueo de carreteras afecta a los mayoristas de provincias porque no pueden abastecerse de prendas terminadas y listas para comercializarlas este verano y para la campaña escolar”, manifestó.
Además, la vocera recordó que el año pasado, con el paulatino retorno a la presencialidad, apenas se pudo reactivar el 40% de las ventas de uniformes.
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Perú Retail había informado que son 1.500 micro y pequeñas empresas las que trabajan en la campaña escolar en el emporio de La Victoria. Ahora deberán tomar sus precauciones para invertir. Inicialmente la perspectiva de los empresarios era superar las ventas prepandemia en esta temporada educativa, pero si continúan las protestas algunos padres optarán por no comprar uniformes o esperar la virtualidad en los colegios y esto implicarían un recorte del 70% de las ventas probables.
Sector turismo en picada
El turismo es otro de los sectores afectados por las protestas. La Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur) notificó que durante el 2022 el flujo de turistas extranjeros que ingresó al Perú apenas fue de 1 millón 900.000 personas. Mientras la crisis no se prolongue, se podría cerrar el año con 3 millones.
No obstante, el vicepresidente de Apotur, Miguel Velasco, advirtió que durante el primer trimestre de 2023 las reservas continuarán cancelándose por el impacto en la imagen del Perú. Apotur estima que las pérdidas en el sector asciendan a US$300 millones al cierre de enero, al dejarse de percibir en promedio US$1.500 por cada turista extranjero y US$500 por cada nacional.
Por otro lado, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional en Perú (Aetai) y Asociación Peruana de Empresas Aéreas (Apea) señala que en lo que va de año se cancelaron 525 vuelos, afectado a más de 58.000 pasajeros. Cabe destacar que la paralización de los vuelos comerciales no solo pone en jaque la conectividad de las regiones del sur, sino a aquellos usuarios que necesitan movilizarse hacia otras ciudades.
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“Todo se ha salido de control desde antes que tomaran Lima. Incluso ya ni se puede viajar a Machu Picchu. La temporada ha bajado desde el golpe de Estado de diciembre. Ya no se ven viajeros por las calles. Apenas algunos visitantes sudamericanos. Algunoshotelesestán cerrando, y yo personalmente, ya no bajo a la calle por temor”, comentó al diario La República Liz Huamán, una guía turística de Cusco.
La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco informó que el ingreso de turistas a la llaqta de Machu Picchu y la Red de Caminos Incas quedará suspendido de manera indefinida, a razón de las protestas que azotan al país. Hay 417 personas varadas en el distrito de Machu Picchu, de las que más de 300 son extranjeras.
