Pese al crecimiento económico que el Perú ha registrado en los últimos años, y a la expansión del retail moderno, las bodegas de barrio continúan siendo la principal elección para las personas de más bajos recursos.
Entre los años 2000 y 2013, el crecimiento económico de nuestro país contribuyó al incremento de los ingresos de las personas que conforman la base de la pirámide (BDP), generando más familias integradas a la economía. Esto les permitió acceder a diversos productos y servicios modernos, impulsándolas a invertir en su futuro.
En los próximos años, algunas de ellas serán parte de la clase media, según indicó el Banco Interamericano de Desarrollo.
El 66% de las familias de la BDP se encuentra en áreas urbanas y cuenta con acceso a los servicios básicos de agua y luz: 19 millones de peruanos pertenecen a dicho segmento, llegando a representar un mercado de US$ 43,000 millones anuales.
“Son pocos los retailers que tienen acogida con este grupo, siendo las cadenas de farmacias las de mayor crecimiento. Además, los minoristas de alimentos como los supermercados, en cambio, no han logrado desarrollar un modelo de negocio efectivo para alcanzar una mayor presencia en la base de la pirámide”, sostiene Enrique Gonzales Egoavil, profesor en Programa de Alta Especialización en Retail Management de ESAN.
Agrega que algunas iniciativas como Hiperbodega Precio Uno, del Grupo Falabella, o Mass, de Supermercados Peruanos, exploran con sus tiendas el potencial de este mercado. Sin embargo, aún no se ha logrado incrementar la participación de la industria dentro de este segmento.
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CANAL TRADICIONAL VERSUS CANAL MODERNO
Actualmente la BDP es atendida -principalmente- por el canal tradicional, conformado por mercados y bodegas de barrio; cuyos atributos son la cercanía a los centros de trabajo y hogares, así como los horarios de atención y las compras no condicionadas al volumen, comenta el especialista en Gestión del Retail (UPC) y en Gestión de Operaciones (ESAN).
Según un estudio realizado por la Asociación de Bodegueros del Perú este canal representa el 80% del mercado de consumo minorista.
Además, según el Estudio Impacto Económico en Bodegas realizado por la Asociación de Bodegueros, existen a nivel nacional más de 400,000 locales, y en Lima Metropolitana se concentran más de 110,000 establecimientos comerciales.
A pesar de que los precios de algunos artículos -principalmente abarrotes- pueden ser más altos que los de un supermercado, el consumidor de este segmento prefiere comprar en estos establecimientos.
“Lo que evalúa el ama de casa es la mejor relación costo-beneficio; no buscando necesariamente el precio más bajo, sino el máximo beneficio en sus compras. Privilegia así la calidad sobre el precio, con la obvia limitación del monto del dinero disponible: si tienen S/. 1, buscarán el mejor producto que puedan obtener con ese monto, priorizando tamaños pequeños a calidad menor”, afirma Gonzales a Conexión Esan.
Finalmente, estos consumidores buscan reducir al máximo su costo de transacción, por lo que prefieren los establecimientos que se encuentren más cercanos y les generen mayor confianza.
Es por ello que aún existe un importante margen para que el retail moderno consiga una mayor penetración en el mercado peruano.