¿Por qué tantos nombres, españoles o no, provenientes de la dirección del Grupo en España han llegado a la máxima responsabilidad en el ejecutivo de Carrefour en Francia ? Es el caso del último, por el momento, rumor, desmentido hoy, del posible desembarco de Georges Plassat en sustitución de Lars Olofsson. Plassat, actual consejero delegado y director general de Vivarte, dirigió el negocio de la filial española hace más de una década, en un momento delicado y de transición, que reconduciría con éxito hasta que llegara en Francia la fusión de Carrefour y Promodés (PRYCA y Continente entonces en España). Desde 1997 hasta el año 2000. ¿ La hisoria se repite ?
Carrefour ha desmentido en un comunicado las informaciones de Le Figaro que hablaban de la sustitución inmediata del actual CEO, Lars Olofsson, por Georges Plassat, actual presidente y director general de Vivarte, grupo propietario de las enseñas André, Minelli y Kookai. Plassat con quién Carrefour habría entablado negociaciones y habría rechazado la oferta, según los medios franceses, también se ha apresurado a desmentir la noticia.
Que a Olofsson se le acaba el plazo para intentar reconducir la muy negativa situación del Grupo, con cuatro “profit warning” en un año, es un rumor que corre por los círculos financieros hace tiempo. A pesar de que en los nueve primeros meses del ejercicio 2011, parece que las cifras se recuperan gracias a los mercados emergentes de Latinoamérica y Asia. De forma global, las ventas sumaron 67.353 millones de euros, un 1,9% más que el año anterior en términos absolutos y un 1,1% más en valores comparables. No suficiente. Fin de año parece ser el límite impuesto por los accionistas.
El abandono de parte de los directivos de su equipo más próximo no ha cesado en los últimos meses. El último, el de Ignacio González, director Comercial y de Mercancías desde octubre de 2009, quién llegara a Francia desde la Dirección de la Unidad de Negocios de Hipermercados de Carrefour en España. Un hecho que agrava la falta de confianza de los inversores por la mala trayectoria financiera, la escisión de Día, la debilidad del sector de los hipermercados principalmente en Francia, Italia y España y la presión sobre los precios bajos, sitúan a Olofsson en graves dificultades de cara a una posible recuperación a corto plazo, tal y como exigen los accionistas del grupo.