En pleno proceso de reorganización de su red comercial, Carrefour ha logrado reducir sus pérdidas hasta los 31 millones de euros y obtener ingresos recurrentes de 769 millones de euros (un 8,2% menos). Esta cifra habría sido mejor a la estimada por los analistas. Estos resultados obtenidos en la primera mitad del año, salda con una facturación neta de 38.821 millones, que suponen un ligero aumento (+0.9%) respecto al mismo periodo de 2011.
La caída del negocio habría sido menor en Francia (-0,5%) que en el resto de Europa (- 3%), lastrada por la evolución de la actividad en mercados como los de Italia y España, donde se advierte el descenso de ventas e inversión. No obstante, en su lugar de origen, la empresa planea suprimir 600 puestos de trabajo del área administrativa en los tres próximos años. Según, el consejero delegado del grupo, George Plassat, se trataría de un ‘recorte voluntario’. El objetivo es otorgar más responsabilidad a los directivos locales y reforzar la focalización en precio para rentabilizar las ventas, especialmente en alimentación
Esto demuestra un comportamiento desigual en el primer semestre en sus diferentes mercados: alzas para los emergentes, con un avance superior al 5% en las ventas operadas en Latinoamérica y de casi dos dígitos (9,5%) en Asia.
A la luz de estos resultados, la multinacional gala se muestra partidaria de reforzar su presencia en mercados maduros como China y Brasil y recortar actividad en áreas menos rentables, como Polonia o Turquía. No en vano, hace poco comunicó su retirada de países como Grecia y Turquía.