El retailer de Horst Paulmann, tras la venta de su negocio crediticio a Scotiabank y sus distintas reestructuraciones internas, aspira a bajar su ratio de endeudamiento de 3,6 veces a 3 veces, a conservar su grado de inversión escapando del temido nivel B.
El holding de Horst Paulmann, Cencosud, tendrá que pasar varios desafíos para superar sus problemas financieros, pese a que ha estado reestructurando sus operaciones con, entre otros, la venta del 51% de su división financiera a Scotiabank, la respectiva creación de la gerencia corporativa de retail que lidera Jaime Soler y que manejará los negocios del grupo, el despido de más de 5.000 trabajadores de sus distintas filiales, y la fuerte baja en los planes de inversión hasta US$425 millones, los menos agresivos desde el año 2009 para el conglomerado.
Venta del negocio financiero
Sin embargo, para la clasificadora de riesgo Humphreys, aunque la enajenación del negocio financiero de Cencosud le permitirá disminuir la relación entre pasivo exigible y patrimonio, de concretarse la operación “parte importante de la disminución de pasivos tiene aparejado la eliminación de cuentas por cobrar con un flujo mensual relativamente estable y con buen comportamiento de pago en relación con colocaciones de similares características”.
Humphreys manifestó también al respecto que se entiende que el negocio financiero permitía al retailer de Horst Paulmann un nivel de apalancamiento superior comparado con la actividad de supermercados, tiendas por departamento y homecenter que opera.
Desde Cencosud, señalan que este acuerdo con Scotiabank es muy beneficioso, “ya que podremos ofrecer una mayor variedad de productos financieros y el crecimiento será financiado por nuestro nuevo socio”. Además, la compañía recibirá US$280 millones en efectivo.
Cencosud adicionalmente, al liberar fondos, podrá prepagar del orden de US$1.100 millones de su deuda financiera que a marzo de este año asciende a US$5.800 millones, “lo que implicará disminuir su nivel de pasivos y de acuerdo a lo publicado por las clasificadoras de riesgo, es positivo para la posición crediticia de la empresa”, precisaron desde la firma.
En ese sentido, Feller Rate apunta que el perfil financiero de Cencosud muestra un debilitamiento respecto a su desempeño histórico, observándose, a marzo de 2014, una deuda sobre Ebitda ajustado de 4,1 veces y una cobertura de gastos de 3 veces.
Lo anterior, como consecuencia de su agresivo plan de adquisiciones, “en conjunto con un desempeño operativo que permanece presionado por mayores costos de integración y una menor performance en Brasil, en conjunto con mercados más competitivos, aunque con una tendencia de recuperación a marzo de 2014”.
Feller Rate considera que el acuerdo Cencosud-Scotiabank “es coherente y consistente con la estrategia anunciada, cuyo objetivo es reducir sus niveles de endeudamiento y moderar sus inversiones. En consecuencia, de materializarse según los términos señalados, se estima que favorecería la recuperación de los ratios financieros, con un indicador de pasivo neto sobre Ebitda del orden de 3 veces, rango que se considera correcto con su actual clasificación”.
De hecho, desde Cencosud aseveran que a marzo de 2014 el ratio de endeudamiento era de 3,6 veces, y por lo tanto el desafío estará puesto en que “si uno le rebaja US$1.100 millones al pasivo financiero actual, resulta en un ítem proforma de 3 veces”. Cosa que de todos modos, no será fácil para la cadena de retail.
Escapando del “bono basura”
Con esta reducción en la deuda financiera, Cencosud aspira a conservar su grado de inversión. Ya que recientemente la compañía estaba a un escalón de perder esa calificación y de caer a grado especulativo, que también es conocido en el mercado como “bono basura”.
A la fecha, los bonos de Cencosud cuentan con una calificación de parte de la agencia Moody’s y de Fitch Ratings, en el último escalón dentro del grado de inversión.
Caer en una calificación de territorio especulativo significaría para Cencosud incrementar considerablemente su costo de endeudamiento y a la vez, impediría el acceso de fondos institucionales a sus bonos y acciones.
Brasil y Colombia
En tanto, Humphreys advierte que persisten los desafíos de la administración de Cencosud en cuanto a gestionar exitosamente un negocio que se torna más complejo, en particular por la necesidad de imponer una cultura organizacional y de trabajo en países con diferencias en las costumbres comerciales, hábitos de consumidores y políticas públicas, entre otras. Dado que el retailer opera además de Chile, en Argentina, Perú, Brasil y Colombia.
Desde el holding de Horst Paulmann, explican que Brasil y Colombia tienen retos distintos. Por un lado, el país cafetero es un mercado “donde adquirimos una empresa de clase mundial –Carrefour- y con una posición de mercado dominante (segundos en participación en la industria), y el desafío vino por posicionar dos operaciones nuevas que el sector no conocía, como son Jumbo y Metro. Desde la compra, hemos cambiado el foco a una oferta más amplia de productos del área alimentos e introduciendo nuestras marcas propias”.
Mientras que en el caso de Brasil “hemos comprado cadenas familiares que decidimos integrar usando como plataforma SAP, desafío que fue muy complejo si consideramos que ninguna de las grandes firmas de retail en ese país utilizaba esta herramienta. En esa industria hicimos un cambio de gobierno corporativo dándole mayor autonomía a las tres banderas con que operamos en dicho sector. Con esto esperamos recuperar el tráfico que perdimos cuando implementamos el sistema antes mencionado”.