La idea de abrir un centro comercial en el distrito de Lince nació de un grupo de comerciantes luego de que aparecieran Risso y San Isidro (también llamado “Todos”), siendo por ese entonces un proyecto novedoso, así fue que nació el Centro Comercial Arenales, uno de los pocos que sobrevivió en la crisis de los años ochenta.
Se fue construyendo por etapas. En 1978, en la cuadra 17 de la avenida Arenales en un terreno de 5,500 metros cuadrados, se empezó a construir el Centro Comercial Arenales que, al año siguiente, en el mes de noviembre, inauguró su primera etapa (primer piso y sótano).
Luego, en septiembre de 1981 y en diciembre de 1983, se culminaron el segundo y tercer piso, respectivamente, comenzando a funcionar formalmente desde ese año.
El complejo comercial cuenta con cuatro niveles: un sótano y tres pisos; y tiene 120 locales comerciales, que van desde 7 metros cuadrados hasta 2 mil m2; mientras que el estacionamiento tiene capacidad para 200 vehículos.
Asimismo, se construyeron dos salas cinematográficas para 600 y 400 personas (Arenales Ámbar y Arenales Jade, respectivamente), en un área de 1,498 m2, con aire acondicionado, los cuales fueron uno de los principales complejos de cines de la ciudad de Lima.
En total, el Centro Comercial Arenales tiene 21,100 metros cuadrados de área techada.
Actualmente, tiene alrededor de 182 tiendas especializadas en la venta e importación de figuras y artículos coleccionables basados en películas, comics, video juegos y televisión de Japón.
El Centro Comercial Arenales hoy en día es conocido como el principal punto de encuentro en el país de los aficionados a la cultura japonesa (anime, manga, videojuegos y otros).
Con esta fiebre ya consolidada en el Perú, el holding chileno Cencosud abrió al público un moderno supermercado Metro en un área total de 1,215 metros cuadrados cuando corría el mes de octubre del 2010. Para ello, realizó una inversión superior a los tres millones de soles.
A pesar de los años, el Centro Comercial Arenales, ubicado en la cuadra 17 de la avenida Arenales en el corazón de Lince, tuvo que reinventarse encontrando su nicho de mercado, convirtiéndose en un “lugar de encuentro” para todos los amantes del anime y el manga.