La constante alza que ha ido experimentado las ventas del comercio en los últimos años ha sido inversamente proporcional al avance que han reportado las tarjetas de las casas comerciales en Chile. Si bien el crédito se ha convertido en un negocio relevante para los retailers, el uso de los plásticos ha ido evidenciando una fuerte baja desde hace ya algún tiempo. Si en el primer semestre de 2007 el número de tarjetas activas -con operación en el período- fue 8,3 millones, entre enero y junio de 2012 esa cifra se redujo a 4,8 millones, según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
El gerente general de Retail Financiero, Claudio Ortiz, asegura que “es importante analizar las convenciones respecto de los criterios utilizados (por la SBIF) para este tipo de indicadores. Además, en tarjetas activas la medición correcta debe hacerse cada 12 meses (la SBIF informa trimestralmente)”, señala. Dicho eso, precisa que la baja se explica en parte por la salida de la tarjeta La Polar, por lo que es necesario realizar un ajuste estadístico.
Claudio Pizarro, académico del Centro de Estudios del Retail de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, entrega una explicación más. “Estas cifras implican que las personas están usando menos los plásticos, lo que responde a que los clientes están optando por la tarjeta que les dé más valor. Es decir, que tenga los mejores comercios asociados y que me permite utilizarla en todas partes”, señala.
De hecho, durante el primer semestre, frente a igual lapso de 2011, prácticamente todos los retailers redujeron el número de tarjetas activas que manejaban. Sólo Falabella mostró un alza leve de 4%. “CMR crece porque, en cierto sentido, la tienda Falabella es la mejor de todas. Además, está asociada con operadores que permiten su uso en todas partes”, puntualiza Pizarro.