China finalizó el 2010 creciendo más allá de las expectativas y con la inflación levemente desacelerada, registrando unas cifras que podrían llevar al Gobierno a reforzar su política de ajuste monetario.
Los precios de los alimentos, principal motor de la inflación china, volvieron a subir en las últimas semanas, lo que demuestra que Beijing aún tiene que esforzarse por mantener bajo control las presiones inflacionarias.
Pero otros importantes datos de diciembre, desde la producción fabril a la inversión, pintan un cuadro de sólida expansión, dejando en claro que la segunda economía más grande del mundo aún está lejos de sobrecalentarse pese al salto sorpresivo en el crecimiento.
El incremento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de China se aceleró en el cuarto trimestre a un 9.8% desde un 9.6% en el tercer trimestre, dijo el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas, desafiando las expectativas de una desaceleración a un 9.2%.
Los precios minoristas subieron un 4.6% anual en diciembre, desacelerándose desde el máximo en 28 meses del 5.1% en noviembre, aunque se mantienen por encima de los pronósticos de un declive más pronunciado a un 4.4%.
“La presión inflacionaria se está intensificando en enero y la presión para llevar a cabo un ajuste monetario se intensificará, especialmente teniendo en cuenta el crecimiento del PIB mayor al previsto durante el cuarto trimestre”, dijo Isaac Meng, economista de BNP Paribas en Pekín.
Los mercados financieros recibieron las cifras con calma, sin registrar movimientos bruscos luego de que las cifras de crecimiento e inflación fueron publicadas un día antes por los medios locales.
China elevó oficialmente los requerimientos de reservas bancarias siete veces desde el comienzo del año pasado, pero sólo incrementaron las tasas de interés dos veces en ese período, y algunos analistas advierten que se necesitan medidas más agresivas.
En términos de mes a mes, las cifras de diciembre registraron una reducción de las presiones inflacionarias. Los precios minoristas aumentaron un 0.5%, por debajo del alza del 1.1% en noviembre.
Los movimientos semanales de los precios de los alimentos apuntaban a un descenso de la presión inflacionaria en diciembre, pero muchos analistas también señalaron que cualquier desaceleración de la inflación sería temporal.
Las presiones inflacionarias podrían aumentar en enero, porque los feriados por el Nuevo Año Lunar caen más temprano en el calendario este año comparado con el 2010 y por un clima invernal severo.
Los datos de precios de los alimentos recopilados por el Ministerio de Comercio mostraron que los vegetales y la carne se han encarecido desde el comienzo del 2011.
“El crecimiento sigue firme. Sin embargo, el mercado tiene puesto el foco en la inflación. Será un año desafiante para China en su lucha contra la inflación”, dijo Dongming Xie, economista del OCBC Bank en Singapur.
“La inflación de diciembre es más alta que nuestras estimaciones. Los precios de los alimentos continuaron subiendo en la primera mitad de este mes debido a una demanda estacional”, agregó el economista.
Ma Jiantang, jefe de la agencia de estadísticas de China, dijo que confía en que China será capaz de controlar la inflación en el 2011, y que las medidas para limitar el monto de dinero en la economía será instrumental para dominar las presiones inflacionarias.
Economistas encuestados por Reuters pronostican que la inflación minorista china promediará 4.3% este año, manteniéndose por encima de la meta del Gobierno de no más del 4%.
El crecimiento se frenaría al 9.3% en el 2011, desde el 10.2% alcanzado el año pasado.