La famosa compañía de bebidas, Coca Cola, anunció que dejarán de usar las anillas de plástico de sus envases de latas por cartón. Es así que desde este otoño, en Europa Occidental, aplicarán la medida en las latas de 220 mililitros y, para 2020, la iniciativa se extenderá al formato tradicional de 330 mililitros.
Es evidente que Coca Cola, frente a la ola de críticas por ser el mayor generador de plástico, está preocupado por acelerar sus objetivos de eliminar tal material en su suministro.
“Tenemos que hacer algo, y hay que hacerlo mejor y más rápido”, manifestó el presidente para la región de la multinacional, Tim Brett.
Asimismo, la embotelladora aligerará el peso de los envases y eliminará el “film retráctil” que une las botellas de plástico de medio litro.
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De este modo, la empresa prevé reducir 11.000 toneladas de plástico al año en Europa Occidental, de las cuáles 2.600 corresponden al mercado ibérico (España y Portugal). En esta línea, para 2023, Coca Cola desea que la mitad de todas sus botellas de plástico comercializadas en esta zona europea estén hechas con “plástico reciclado o renovable” (PET), dos años antes de lo previsto inicialmente. Al cierre de 2018, el porcentaje que ya cumplía estos requisitos se situaba en el 28 %.
Para cumplir con estos objetivos, la filial española planea destinar 28 millones de euros a la adecuación de la cadena de producción a los cambios en los envases y el empaquetado del grupo.
Pese a las incidencias que está realizando Coca-Cola para luchar contra la contaminación de plástico, saben que “no existe una solución fácil” para resolver los problemas medioambientales. Por ello, aún afrontan “dificultades tecnológicas” en algunas áreas.
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