Desde 2018, un nuevo modelo de negocio gastronómico está causando tendencia en el mercado peruano. Se trata de los ‘dark kitchen’, restaurantes que ofrecen únicamente el servicio de delivery, una nueva oportunidad para que las apps de reparto continúen avanzando.
Una de las compañías que está impulsando este concepto es Cocinas Ocultas, que empezará a operar en el país desde el próximo mes de diciembre. Así, su gerente general, Diego Echecopar, aseguró al diario Gestión que para concretar su desembarco están construyendo tres locales de 1.000 m2 en Surquillo, Barranco, y Magdalena, cada uno con 25 cocinas.
“Queremos sumar 10 locales más el 2020 en un mismo número de distritos, que comiencen a operar a fines de ese año, lo que significa unas 250 cocinas. Estamos mirando llegar a distritos de La Molina, Surco, San Borja, Los Olivos, Lince, entre otros. Y aterrizar en el interior del país a ciudades como Arequipa y Piura”, indicó.
Hasta el momento, dijo Echecopar, que ya han cerrado contrato con 15 marcas gastronómicas locales: “Entre ellas dos de sushi, dos de comida saludable, una de chifa, una pastelería, sanguchería, entre otras”, acotó.
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INVERSIONES
La meta de Cocinas Ocultas es no solo que las grandes cadenas de gastronomía se expandan, sino también los emprendimientos de chefs. Por ello, resaltó que para abrir un local bajo el concepto de ‘dar kitchen’ se necesita una inversión de alrededor de US$ 300.200, que incluye la infraestructura necesaria para cocinar y atender los pedidos de delivery.
POTENCIAL NEGOCIO
Solo en Lima, al mes se mueven alrededor de 600,000 pedidos de delivery, por lo que el potencial es grande para el modelo de expansión con dark kitchen, según Diego Echecopar.
En Perú, Cocinas Ocultas compite hasta con cuatro empresas de cocinas a puertas cerradas; y hay varios restaurantes que ya cuentan con sus propias cocinas compartidas.
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