La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), La Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la Asociación Colombiana de Industria Licorera (Acil) y la Asociación Colombiana de Importadores de Licores y Vinos (Acodil) dijeron que las ventas en las tiendas de barrio en la capital de país se reducirán cerca del 25 por ciento, por la entrada en vigencia del decreto 330.
Por ello, solicitaron al Alcalde Gustavo Petro derogar la medida, ya que los argumentos jurídicos con que fue expedida son cuestionables, según su concepto.
Los empresarios señalaron que, además, las recientes comunicaciones de la Alcaldía del Distrito Capital según las cuales las tiendas que decidan no vender alcohol podrán atender las 24 horas -y que también consideran sin argumentos legales-, son una muestra de la satanización a una industria legalmente como la del alcohol.
Los gremios agregaron que hay un impacto notorio y grave en los ingresos de los tenderos de las localidades de Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Suba, Usme y Tunjuelito. Paralelamente, expresaron que las dos medidas aumentan el desempleo y el contrabando, fomentan la ilegalidad y obstaculizan el desarrollo del comercio y la industria.