El hijo del fallecido capo de la droga Pablo Escobar, quien ahora lleva el nombre de Sebastián Marroquín, viene comercializando ropa con la imagen de su padre. Según él, las camisetas, que cuestan entre 60 y 95 dólares y están confeccionadas en Colombia, son mensajes de paz.
Mientras la ropa se comercializa en otros países con registro de marca, en Colombia la Superintendencia de Industria y Comercio le ha negado el registro de la marca que lleva el nombre del capo por atentar contra la moral, hacer apología a la violencia, al narcotráfico y al terrorismo, así como atentar contra el orden público.
“No creemos que una camiseta va a hacer a los jóvenes más o menos violentos, pero instala el debate con mensajes inequívocos sobre la paz”, se defiende Marroquín.
Quisieron registrarla
En marzo de 2012, la Dirección de Signos Distintivos de la SIC negó este registro, el cual fue apelado por los solicitantes, María Isabel Santos Caballero, Juana Manuela Marroquín Santos y Juan Sebastián Marroquín Santos.
En el recurso de apelación, los solicitantes afirmaron que la marca “Pablo Emilio Escobar Gaviria” busca transmitir mensajes que inviten a la reflexión de la humanidad para gestar así una sociedad que recupere y respete los valores humanos, generando una conciencia que recupere la moral y las buenas costumbres. También argumentaron que cuentan con la marca en diferentes países.
En consecuencia, mediante una resolución se estableció que, el nombre “Pablo Emilio Escobar Gaviria”, que está asociado con un ciclo de violencia por el cual atravesó Colombia en la década de los 80′s y parte de los 90′s, que dejó miles de víctimas, y es recordado como el “más importante narcotraficante que haya existido en la historia” se niegue el registro.
Asimismo expresaron que, el hecho de que la marca hubiese sido registrada en otras jurisdicciones no implica que la Superintendencia de Industria y Comercio deba también hacerlo, pues las decisiones son tomadas de forma independiente y las decisiones de autoridades pares en otros países no son vinculantes en esta materia.
Sebastián Marroquín, el cual su verdadero nombre es Juan Pablo Escobar Henao, defiende sus productos e insiste en que no hace apología del delito. “Los pasos de Pablo Escobar no hay que seguirlos, eso es lo que buscan transmitir las prendas de ropa”, aclara.