En los últimos doce meses, el comercio minorista en Brasil disminuyó un 3,5%, lastrado por el frenazo del consumo de las familias, que durante años fue la principal locomotora de la economía brasileña.
El consumo se ha resentido por la elevada inflación, que en 2015 sobrepasó el 10%, su mayor nivel en los últimos 13 años; por las elevadas tasas de intereses, y la fuerte apreciación del dólar frente a la moneda brasileña.
La desconfianza ante el rumbo de la economía, permitió que en 2015 el comercio cayera alrededor de un 3,70% según las proyecciones de los analistas, y el aumento de las tasas de desempleo también han disminuido el apetito de compra de los brasileños en el último año.
Sin embargo, las ventas de comercio minorista subieron un 1,5% en noviembre frente a octubre, lo que supone el segundo aumento mensual consecutivo, pero acumularon una caída del 4% en los once primeros meses de 2015.
Asimismo, las ventas registraron un fuerte retroceso de 7,8% en noviembre si se compara con el mismo mes del año anterior, según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
No obstante, a pesar de los malos resultados anuales, el comercio minorista experimentó un buen mes de noviembre gracias al buen desempeño de cinco de los ocho sectores analizados.
El sector de los muebles y electrodomésticos avanzó un 6,9% y el de artículos de uso personal y doméstico un 4,1% en relación con el mes anterior.
Los sectores que tuvieron un resultado negativo fueron el de supermercado y alimentos (-1,5 %), el de libros, periódicos, revistas y papelería (-0,7 %) y el de combustibles y lubrificantes (-0,3 %).
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EL MERCADO MÁS ATRACTIVO
Hoy en día, los minoristas internacionales están entrando y ganando terreno en un entorno altamente competitivo con los líderes locales y regionales como es el caso de los retailers chilenos lo cual ha permitido construir un entorno favorable para su mercado.
“Años de estabilidad económica y política han ayudado a Chile a construir uno de los entornos comerciales más sofisticados de América Latina. Inversiones en infraestructura física y un entorno regulatorio favorable al comercio indican que el crecimiento minorista continuará en el futuro”, refiere un informe de A.T. Kearney.
Chile, hoy por hoy, ejerce una gran fortaleza en el comercio minorista y está jugando sobre todo fuera de las capitales de la región, donde están surgiendo nuevos mercados ya que los consumidores optan por formatos comerciales modernos.