Muchos son los recursos que Mercadona destina año tras año para fomentar una cultura que propicie entre el conjunto de sus 74.000 trabajadoras y trabajadores la pasión por la excelencia en el servicio.
Para lograrlo, la compañía apuesta por personas líderes que, en su trabajo diario, sepan inspirar a sus equipos, desarrollar su talento, confieran autonomía, fijen y cumplan unos compromisos y crean firmemente en la necesidad de desarrollar valores como la responsabilidad, el afán de superación o la capacidad de asumir riesgos.
Para poder disponer de una plantilla comprometida y de alto rendimiento, Mercadona mantiene una política de Recursos Humanos basada en la verdad universal de que para poder recibir, primero hay que dar.
En 2014 entró en vigor el nuevo Convenio de Empresa y Plan de Igualdad firmado con los representantes de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras (CC.OO.). Y los doce meses del año han servido no solo para confirmar que los compromisos adquiridos con los trabajadores se van alcanzando según lo acordado, sino para demostrar que la mejor inversión de una compañía es la que se emplea directamente en el capital humano, cuyo retorno, en el caso de Mercadona, ha superado con creces los objetivos marcados.
De hecho, el nuevo Convenio Colectivo de la compañía ha sido reconocido a nivel europeo por el Foro de Diálogo Social del Comercio de la Comisión Europea como una de las mejores prácticas laborales, tras destacar que “Mercadona ha continuado su expansión a pesar de la crisis económica y tiene una buena reputación por su estrategia sostenible de Recursos Humanos”.
Para conseguir que el conjunto de la plantilla esté comprometida al cien por cien con la evolución y desarrollo del Proyecto Mercadona, la compañía mantiene una política de Recursos Humanos que fomenta valores irrenunciables y esenciales para las personas.
Apuesta por el desarrollo personal y profesional, la estabilidad, la formación, el liderazgo, la equidad y la autoexigencia, al tiempo que impulsa una cultura del respeto, igualdad y diversidad, en la que son claves la participación de todos y el saber “hablar claro”, motivo por el que la compañía fomenta el desacuerdo, la crítica constructiva y el debate, imprescindibles para aprender y crecer como empresa.
Además de ello, la compañía dispone de una política retributiva que, basada en la equidad, persigue recompensar el esfuerzo de sus trabajadoras y trabajadores. De hecho, sus salarios se sitúan por encima de la media del sector, lo que se traduce en un retorno de productividad que en 2014 fue un 4% mayor que en 2013 y que lleva años situándose también por encima de la media del sector.
La política de Recursos Humanos de Mercadona ha sido nuevamente reconocida nacional e internacionalmente en 2014. Así, por ejemplo, ocupa un espacio relevante en el libro de la profesora Zeynep Ton del MIT Sloan School of Management. En su obra, The Good Jobs Strategy, que se ha convertido en un manual de referencia en Estados Unidos, cita a Mercadona como ejemplo de compañía en el ámbito laboral.
Destaca que los trabajadores reciben buenos sueldos y elevada formación, tienen un clima laboral excelente y se sienten valorados. Y concluye que Mercadona hace tiempo que ha comprendido que compartir el éxito es una de las claves para asegurar el crecimiento constante.
Esta forma de entender la gestión de los Recursos Humanos también ha permitido a la compañía consolidarse nuevamente, de acuerdo con los datos del estudio Merco Personas 2014, como la empresa del sector de la distribución mejor valorada en este sentido.
Mercadona forma parte del conjunto de empresas que tienen en cuenta que su imagen, sus decisiones y comportamientos generan una marca o un estilo a seguir a nivel social, y eso implica no sólo cumplir la legislación, sino que además deben tratar de mejorar la calidad de vida de sus empleados, de la sociedad y de sus clientes.
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