Al ser un minorista líder, sabe lo que su cliente desea y ha hecho el arduo trabajo de construir el surtido adecuado, abastecerse de las fábricas apropiadas y ponerla a disposición a tiempo para la temporada. Ahora lo que necesita, es asegurarse de que sus clientes pueden tener lo que quieren cuando quieran.
La herramienta tecnológica RFID, es un sistema probado que se alista para mejorar la exactitud del inventario y la visibilidad en toda la cadena global de suministro. En las fábricas de ropa y centros de distribución, los equipos de la cadena de suministro pueden utilizar RFID para asegurarse que todos los envíos salientes sean exactos, sin aumentar el costo de mano de obra para la validación manual. En la tienda, RFID muestra lo que realmente hay, a comparación de lo que debería haber -lo cual reporta su sistema de puntos de venta-, proporcionando un nivel de visibilidad que le permite ajustar el registro de salida y retorno, así como el hurto, y reponer el stock de las existencias para garantizar que los artículos estén disponibles cuando los clientes están dispuestos a comprar.
Entonces, ¿Por qué no todo el mundo lo está utilizando? Una de las razones principales es el simple hecho de que muchos comerciantes han sentido la necesidad de probarlo por sí mismos, cada negocio es diferente y la mayoría de las empresas quiere ver los beneficios de primera mano antes de invertir lo necesario. Para hacer frente a cualquier sentimiento de duda que acompaña la implementación de RFID, nos podemos centrar en tres puntos clave de aprehensión que son fáciles de mitigar.
Primero: Las primeras implementaciones de RFID en el comercio minorista no entregó un fuerte retorno sobre la inversión. Esto es cierto, pero sólo porque los primeros programas se especializaron en la visibilidad en el caso de las paletas dentro de la cadena de suministro, versus el nivel de artículos existentes en tienda.
Ha sido en los últimos años, que los minoristas se han centrado en el valor de la visibilidad del inventario a nivel de artículo para la ropa. Los principales minoristas como Wal-Mart, JC Penney, Macy’s y otros, han hecho una extensiva presión de pruebas de los beneficios de la tecnología, y están avanzando con full lanzamientos. Los minoristas que comprenden mejor sobre el retorno de la inversión, están doblando sus inversiones, y el momentum ha ido creciendo.
Segundo: No hay una gran cantidad de data acerca del retorno de la inversión. La misma confianza en la tecnología que impulsa los lanzamientos, también hace que muchos comerciantes renuentes a revelar los detalles de mejora del desempeño, ayuden a construir una ventaja competitiva. Los retailers también pueden ser reacios a compartir el “antes y después” de datos debido a que el “antes” de la imagen puede hacer que parezca como si la empresa fue de bajo rendimiento, sin RFID. Por ejemplo, un nivel típico de stock en el retail, pueden precisar en cualquier parte desde 65% al 80% de a nivel de unidades, pero con la tecnología RFID puede ganar más de un 99% de precisión, por las diferencias de este tipo, aunque precisas, puede hacer que algunas empresas se sienten vulnerables.
Tercero: Costo. La tecnología RFID implica importantes inversiones en infraestructura, capacitación y costo actual de las etiquetas RFID, pero la implementación de esta tecnología no es por el costo, sino del retorno. Por lo general, los retailers experimentan una amortización de su inversión inicial en un plazo de un año. Además, si nos fijamos en lo que la tecnología aporta en términos de ahorro a través de una mayor eficiencia, precisión del inventario, incremento en ventas, mejora de la prevención de pérdidas, reducción de niveles de inventario y fraudes de los vendedores, el retorno es mucho mayor que el costo.
Entonces, ¿qué nos depara el futuro para RFID? Mientras los retailers más grandes y respetados hagan un despliegue del RFID a través de sus redes de tiendas, la discusión pasará de aprehensión sobre la implementación de la tecnología, a la preocupación por quedarse atrás. Una vez que los minoristas hayan alcanzado los beneficios básicos de la mejora de la exactitud del inventario y la reducción de las existencias agotadas, se utilizará la mejor visibilidad y precisión que aporta RFID para conducir refinadas estrategias de prevención de pérdidas, la ejecución de cadena de suministro más eficiente y oportuna y, finalmente, un servicio más personalizado y eficaz para mejorar la experiencia dentro de la tienda del comprador.
En los próximos años, el RFID le permitirá saber exactamente dónde está realmente su mercancía: después de fluir suavemente a través de su cadena global de suministro, que está siendo comprado en este momento por un cliente satisfecho.