Los consumidores se encuentran a la espera que las marcas protejan la salud y bienestar de su fuerza laboral además de ayudar a las comunidades locales.
Dado que los consumidores prestan mayor atención a las acciones de las empresas durante el confinamiento, el activismo de marca está adquiriendo un nuevo sentido de propósito social.
Los consumidores se toman los asuntos sociales y ambientales más seriamente, recompensando a las empresas que utilizan sus utilidades para el bien post-pandemia.
Adoptar iniciativas que tengan un propósito es la forma de reconstruir para mejor y causar un efecto positivo en la triple línea de resultados: personas, planeta y utilidades.
Por tanto, los negocios deben priorizar la acción social y ayudar a los consumidores a lograr estilos de vida más sostenibles.
De acuerdo a un informe de Euromonitor, durante el 2020 el 73% de los profesionales consideraba que las iniciativas de sostenibilidad eran críticas para el éxito.
En agosto del año pasado, ejecutivos de Danone, Philips, L’Oréal y Mastercard, entre otros, formaron una organización for-benfit (enfocada en el beneficio), llamada Leaders on Purpose (Líderes con propósito).
Estas empresas firmaron una carta abierta proponiendo una hoja de ruta para Reconstruir para mejor.
En ese sentido, las marcas que ayuden a reconstruir un mundo más verde y equitativo podrán lograr no solo una ventaja competitiva sino la licencia social necesaria para operar.
Los consumidores esperan que las marcas sigan actuando con un propósito más allá de la pandemia frente a la nueva normalidad y saber qué medidas de protección están realizando como la mayor flexibilidad en el lugar de trabajo.
El COVID-19 ha dado a los negocios la oportunidad de reconstruir para mejor, desarrollar conexiones emocionales con sus consumidores y apoyar a la población más vulnerable.
Con el aumento en la incertidumbre reestructurando el mundo, los negocios deben priorizar y reforzar las necesidades de consumo, ambientales y de seguridad para impulsar un futuro más brillante.