Luego de extender su fecha de inauguración al 29 de enero de 2025, el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez entra en una etapa definitiva de su desarrollo. Con más del 95% de avance, el nuevo terminal y las infraestructuras que acompañarán el proyecto convertirán al Perú en un hub aeroportuario en la región.
Este ambicioso proyecto de infraestructura, diseñado para mejorar significativamente la experiencia de viaje y posicionar al Perú como un importante centro de conectividad en la región, está a punto de culminar una serie de pruebas avanzadas para asegurar un funcionamiento óptimo.
Así será el nuevo aeropuerto Jorge Chávez
El nuevo terminal, que triplicará el tamaño del actual al pasar de 90,000 a 270,000 metros cuadrados, ofrecerá cinco niveles —incluyendo un sótano— y atenderá tanto vuelos nacionales como internacionales en un solo edificio. Su diseño, inspirado en la Cultura Nazca y con una estructura que asemeja el colibrí, incorpora características sostenibles, lo cual permite que funcione de manera ecoeficiente.
Entre las innovaciones de infraestructura, destaca la implementación de más de 1,100 aisladores sísmicos, una tecnología que convierte a este terminal en el primero del Perú con sistema antisísmico.
Además de esta imponente infraestructura, el proyecto contempla tres espigones diferenciados para vuelos nacionales, internacionales y un espacio mixto que garantizará fluidez en el embarque y desembarque de pasajeros. Rocío Espinoza, Gerente de Comunicaciones de Lima Airport Partners (LAP), comentó a Perú Retail que esta separación funcional permitirá mejorar la operatividad y reducir tiempos de espera.
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La construcción del nuevo aeropuerto ha requerido una inversión de más de 2,000 millones de dólares, a la cual se suman 400 millones adicionales por parte de operadores comerciales, logísticos y hoteleros, que también implementarán infraestructura. La inversión se destinó a las áreas de logística, tecnología de manejo de equipaje, construcción de nuevas áreas comerciales, estacionamientos y vías de acceso.
Además, se hizo un desembolso de 7 millones de dólares para adecuar las vías internas que conectarán los puentes temporales dispuestos por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) con la ruta troncal hacia el terminal. Esta vía se conectará directamente al paso a desnivel del Puente Santa Rosa, asegurando una entrada eficiente para pasajeros y vehículos.
Pruebas avanzadas y simulaciones para una operación óptima
LAP ha iniciado una serie de pruebas avanzadas involucrando a aproximadamente 9,000 pasajeros voluntarios que simulan la experiencia completa en el nuevo aeropuerto, desde el check-in hasta la recogida de equipaje. Estos ensayos permiten que diversas entidades, como líneas aéreas, operadores de rampa, Migraciones, SUNAT (Aduanas) y la Policía Nacional del Perú, trabajen en conjunto para afinar sus procedimientos en condiciones reales.
Durante esta fase, que se retomará en diciembre, se están simulando tanto flujos regulares de pasajeros como situaciones críticas, como el manejo de equipaje sospechoso o el tratamiento de pasajeros de alto riesgo, con el objetivo de evaluar la efectividad de los protocolos y sistemas de seguridad.
Espinoza comentó que estas pruebas son esenciales para asegurar que todos los sistemas operen con fluidez y para identificar posibles inconvenientes que puedan corregirse antes de la apertura oficial. “Queremos asegurar una transición óptima, garantizando que se cumplan los niveles de servicio exigidos”, subrayó.
Rumbo al despegue: desafíos y últimas etapas
Con la fecha de apertura ajustada al 29 de enero de 2025, LAP asegura que la extensión en el plazo permitirá realizar pruebas adicionales, mejorando la coordinación con operadores y locatarios. “Construir un aeropuerto de esta magnitud es un proyecto complejo, y la nueva fecha nos permitirá pulir detalles importantes para que la operación comience sin contratiempos”, explicó Espinoza, quien agregó que durante diciembre se llevará a cabo una fase intensiva de pruebas de sistemas y equipos.
Este cronograma fue acordado en conjunto con el Estado peruano, en un esfuerzo por garantizar que la transición a la nueva infraestructura sea ordenada y sin interrupciones. Con la capacidad inicial de atender a 30 millones de pasajeros anuales y la expectativa de alcanzar 40 millones en los próximos años, el nuevo Jorge Chávez está preparado para responder a la creciente demanda y convertirse en un aeropuerto de primer nivel en la región.
Con la inauguración en el horizonte, el nuevo Jorge Chávez está llamado a ser un motor clave en la economía peruana, potenciando el turismo, el comercio y las inversiones en el país. El diseño moderno y eficiente del terminal busca ofrecer a los viajeros una experiencia a la altura de los principales aeropuertos internacionales, con mejores servicios, opciones de conectividad y una mayor oferta comercial.