Los trabajadores mexicanos solicitaron a la cadena de supermercados Walmart que rompa relaciones con uno de sus contratistas, a la que acusan de abusar de sus empleados de origen latino que trabajan en EE. UU., a través de un documento que fue publicado en Internet y ya recolectó 137.000 firmas.
Un 85% de la producción de CJ Seafood, una planta de mariscos en la ciudad estadounidense de Breaux Bridge (estado de Luisiana), está destinada a Walmart.
Según los trabajadores temporales que se dedican a pelar langostino en esta fábrica, los obligan a trabajar hasta 24 horas seguidas y sin pagos extra. En su petición colgada en la página web change.org, detallan que viven en remolques instalados alrededor de la casa del propietario y son vigilados permanentemente, tanto en el trabajo como en sus casas temporales.
Insisten que trabajan encerrados dentro de la planta, sin poder salir para un recreo, mientras que los supervisores se les permiten interrumpir en los remolques de los empleados a cualquiera hora, sin previo aviso.
Una de las autoras del documento, Ana Rosa Díaz -quien está trabajando en esa empresa con una visa temporal- explica que “decidimos denunciar lo que estaba pasando, cuando amenazaron con hacer algo contra nuestras familias. Ellos tienen nuestra información y dicen que conocen a gente mala en México”.
Comenta que los iniciadores de la campaña son ella y otros siete inmigrantes. Detalla que los demás no quisieron unirse por miedo a que no los contraten el próximo año. Según ella, la amenaza de siempre es despedir a los que protestan: “Los jefes siempre nos intimidan por nuestra condición migratoria que depende de ellos”, dice. “Queremos trabajar. Tenemos que mantener a nuestras familias. Pero también queremos que nos traten como seres humanos”, concluye la presunta agraviada.
Según expertos, sus políticas de contratación Walmart busca emplear mano de obra barata, y por ello aseguran que los trabajadores deben realizar una presión constante en los medios para lograr algún cambio en su situación.
El director de Comité de Amigos, Pedro Ríos, dijo que “estamos viendo que el racismo sigue vivo y nosotros ahora tenemos la obligación de denunciarlo en cualquier instancia”. Por el momento, Walmart no ha dado ninguna respuesta oficial respecto al caso.
