Solo entre 2007 y 2012, el valor de las importaciones de ropa usada aumentó en 50%, de acuerdo con información de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). El 87% vino desde EE. UU. y el 10% de Canadá. Lo anterior representó la entrada de 21,7 millones de libras de ropa al país solo el año pasado.
Si se siguen los estándares de mercado (en 1.000 libras, hay 3.000 artículos en promedio), esa cifra correspondería a 65 millones de prendas, es decir, una media de 14,4 por tico. Asimismo, si cada artículo se vendió en $1,93 (precio ponderado entre productos premium o seleccionados y crudos o no seleccionados) este mercado generó ganancias de al menos $125 millones.
La rentabilidad del negocio se vuelve más clara al tomar en cuenta que un contenedor de 20 pies, con capacidad para transportar hasta 44.000 libras de ropa, tiene un valor facturado medio de entre $5.000 y $7.000, según estadísticas del Ministerio de Hacienda. Ese mismo contenedor de 132.000 prendas podría comercializarse hasta en $254.000 a precio ponderado.
“Este negocio es como el de la comida. Nunca va a desaparecer porque se trata de bienes que la gente siempre necesitará, incluso en momentos de crisis”, dice Luis Rojas, codueño de la importadora de ropa americana Mavi, en Ciudad Quesada – Costa Rica.