Mover mercancías por las principales rutas marítimas de transporte está dando dolores de cabeza en los últimos meses a muchas compañías.
A medida que China comenzó a recuperarse del virus, se saturó de pedidos de los mercados de América y Europa.
El actual escenario de escasez de contenedores, altos precios y demoras excesivas en las salidas de los fletes marítimos ha trastocado la manufactura peruana y de otros países de la región, así como las importaciones de distintos bienes.
“A China le ha costado encontrar personal preparado para esta vorágine de envíos al exterior y se ha formado un cuello de botella por la revisión de documentación por el manejo y todo lo que conlleva la logística, y ha generado estos problemas en junio”, comentó Mauricio Benítez, director internacional de la firma de auditoría y consultoría BDO, a cargo del Chile Desk.
El problema es global y afecta a toda América Latina. No hay contenedores vacíos disponibles en los puertos de origen para satisfacer la necesidad de los mercados, asimismo, tampoco hay contenedores refrigerados (reefers).
“Creemos que esta tendencia se mantendrá hasta diciembre 2021, y que aquellos importadores que logren organizar eficientemente un programa de carga con cuatro semanas de anticipación lograrán una dinámica logística fluida”, indicó Nicolás Portenza, presidente de Eternity en México.
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, países como Estados Unidos comenzaron a almacenar contenedores previendo escasez para satisfacer sus flujos normales, esto provocó una limitación en la disponibilidad de los fletes en los países latinoamericanos.
Finalmente, Lars Nielsen, jefe de operaciones para Latinoamérica para A.P. Moller – Maersk, afirmó que la situación de escasez, lentitud en los traslados y los altos precios de los contenedores no cambiará en el corto plazo.
DATO.
El 90% del comercio mundial se lleva a cabo a través del mar, y sin el comercio marítimo se haría imposible la globalización: muchos productos, ya sean recursos básicos o bienes manufacturados, no serían rentables de transportar por otros medios.