El COVID-19 sigue generando impacto en la economía del sector restaurantes. Blanca Chávez, la dueña del restaurante arequipeño El Rocoto, y presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú), tuvo que reinventarse con su pollería “Tampa Chiken”.
En conversación con el diario Gestión, Chávez indicó que tuvo que cerra su local de Miraflores, porque solo hacia reparto y no tenía sentido tener dos restaurantes abiertos. “Han pasado varios meses de paralización y dije ya era hora de reinventarme y buscar otro giro. Y pensé ¿qué es lo que más consume el peruano? Y opté por el pollo a la brasa, porque es económico y además también porque de un pollo comen cuatro personas”, explicó.
‘Tampa Chiken’ ofrece a los comensales peruanos una opción distinta al clásico pollo a la brasa. La especialidad serán las salsas arequipeñas, entre las que destacan la ocopa y el llatan (elaborado con rocoto verde). Asimismo, ofrecerán las clásicas salsas de ají amarillo, vinagreta, aliño y mayonesa de la casa.
La dueña de El Rocoto aseguró que no decepcionará a sus comensales con las papas amarillas crocantes y su pollo jugoso resultado de una maceración por más de 12 horas y que lleva entre sus ingredientes el rocoto del Misti.
Debido a la situación actual del país, Chávez acotó que se encuentra con todo el entusiasmo para llevar una nueva propuesta gastronómica a los clientes. “Hacer una empresa nueva en estos momentos es muy difícil, muy complicado, pero hay que salir adelante y no podemos dormirnos. Este consejo les doy a todos los empresarios gastronómicos que están en la misma situación, debemos reinventarnos, dejando el temor y poniéndole ganas a lo que hacemos”, finalizó.