Una creciente intervención del gobierno se hace sentir los últimos días de esta semana dentro del sector retail de Europa. Francia encabeza la lista luego de que el Ejecutivo interviniera en una operación comercial entre dos multinacionales privadas “hasta el punto de frustrarlas”, se refiere al portal.
La transacción consiste en la compra de Carrefour por parte de la empresa Alimentos Couche-Tard de Canadá. La acción del gobierno francés atenta contra “el mercado libre y la libertad de empresas que se caracteriza por la economía occidental”, indica InfoRetail.
Pero, este no ha sido el único caso de intervencionismo de la administración pública europea en asuntos de índole privada. Pocos Hace días, el gobierno alemán protagonizó una polémica al otorgar ayudas estatales por más de 400 millones de euros al gigante comercial de Alemania dueño de grandes almacenes, la cadena de Galerias Karstadt Kaufhaf.
Angela Merkel, Canciller de la República Federal de Alemania, ofreció un préstamo de 460 millones de euros a la cadena como una medida de apoyo ante las restricciones causadas por el Covid-19, señala el medio local WDR.
Esta acción desató una ola de críticas en el sector retail al no tener claros resultados son los criterios empleados por el Ejecutivo para la selección de los beneficiarios de estas ayudas.
Merkel resalta que la medida busca “salvaguardar los puestos de trabajo y prestar apoyo a las empresas más afectadas por la crisis generada por la pandemia”.
RESERVAS EN EL PROCESO DE SELECCIÓN
Las críticas se enfocan en la selección de los beneficiarios y la incertidumbre del sector retail se centra en resultados son los criterios utilizados para favorecer a grandes marcas como Lufthansa, Tui y ahora Karstadt Kaufhof, mientras que “los minoristas se quedan con las manos vacías o en su defecto, deben esperar a que llegue el apoyo prometido “, lamenta Hendrik Schröder, experto en Comercio Minorista de la Universidad de Duisburg-Essen.
El profesional del retail pone en tela de juicio los parámetros para otorgar dichos prestamos ya que, según él, los grandes almacenes no son indispensables para la economía de las ciudades.
La cuestión es que la tendencia del intervencionismo de la administración pública sobre el sector retail va en alza, pues en España, la saturación de normativas sobre los minoristas fue denunciada recientemente ante la Comisión Europea, por la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados ( ASEDAS), alegando “menos y mejor regulación” en el sector.