Ángel Añaños, un símbolo de emprendurismo peruano, dejó de estar a cargo de su empresa Aje Group.
“La junta directiva de Aje ha nombrado a Juan Lizariturry como CEO y miembro de la junta directiva, efectivo inmediatamente”, expresó Gonzalo Begazo, vicepresidente ejecutivo de finanzas de Aje.
Que Ángel Añaños no sea más el CEO de Aje marca el fin de una era para la empresa familiar, y no fue el único cambio significativo que Begazo comunicó.
Con la intención de mostrar su compromiso a enfrentar el bajo rendimiento en sus mercados claves, anunció la nueva estrategia de la empresa para cubrir el tipo de cambio de las cinco principales monedas con las que transa y una reestructuración de sus operaciones en México, Brasil y Tailandia, tres de los cuatro países donde Aje reportó un ebitda negativo -el cuarto es Venezuela-.
¿Cuáles son los grandes problemas de Aje? ¿Las medidas anunciadas serán suficientes para reencaminar a la empresa y permitirle continuar con la agresiva expansión que la caracteriza?
Consumo democratizado
El origen de los problemas en las operaciones latinoamericanas de Aje está en que la estrategia de ‘llegar a nuevos consumidores con productos de alta calidad a precios justos’ está perdiendo fuerza, refiere la nota de Semana Económica.
Tras una década de crecimiento sostenido en la región, en la que el consumo de gaseosas per cápita creció junto con la participación de la empresa, el mercado de gaseosas latinoamericano maduró y el crecimiento del consumo per cápita se estabilizó.
Hoy es difícil para Aje llegar a nuevos consumidores en mercados cuyo consumo anual de bebidas carbonatadas, entre ellas la gaseosa, ya supera los 100 litros per cápita, como México, o cuyo mercado de gaseosas ya alcanzó la madurez, como el Perú, que evidenció esta situación en el 2014, según la firma de investigación de mercado Euromonitor.
Se trata de mercados ya desarrollados, que Aje supo aprovechar cuando aún eran incipientes, lo que constituye la clásica estrategia de la empresa.
Nuevos retos
Un efecto de esta democratización del consumo que persigue Aje y de los buenos resultados cuando la implementa en un nuevo mercado es el ingreso de más jugadores a éste o la implementación de nuevas estrategias por parte de aquellos ya en contienda.
La guerra por los bajos precios que Aje pelea con Pepsi y Coca-Cola en Colombia, el aumento de las empresas dedicadas a fabricar bebidas azucaradas de bajo costo en Brasil, el surgimiento de un nuevo jugador local en Tailandia y la creciente competencia en Indonesia son ejemplos claros de esto.
A este reto se suman los que Aje experimenta en México y en el Perú, relacionados a temas de nutrición.
En el Perú, los consumidores han empezado a migrar de las gaseosas y bebidas con sabor a fruta (pero sin pulpa) a opciones más saludables, como el agua embotellada, los jugos y el té listo para tomar.
Según Euromonitor, los peruanos no consideran saludables a las gaseosas ni a las bebidas con sabor a fruta y los productores deben desarrollar alternativas saludables para evitar la caída de sus negocios.
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