El inicio
Incluso, antes de la pandemia, la cual potenció el desarrollo del comercio electrónico y, por ende, las estrategias de almacenes logísticos, ya se comenzaban a desarrollar este tipo de infraestructuras en diversos rubros. En el país, el concepto “dark” tomó fuerza con la instalación de las cocinas ocultas (dark kitchen), negocios de comida por delivery.
Es decir, era una cocina con una distribución de sus implementos de tal forma que tuviese un área para preparar el producto, otra para realizar el despacho de los pedidos, y a su vez, un área de entrega al repartidor. No existe un salón de consumo, todo es digital.
Posteriormente, con el “boom” de los aplicativos por delivery, que amplió sus servicios y dejó de ser simplemente de restaurantes a repartir cualquier cosa que cupiese en la caja, se añadió otro concepto al mercado: los dark store.
También llamados tiendas o bodegas ocultas. Es un almacén de productos que encontrarías en una bodega de barrio, que están diseñadas para responder a la demanda de comercio electrónico de estos artículos. Al ampliar el stock de productos que se pueden ubicar en este almacén, pasamos a un dark supermarket.
Pero antes de poner ejemplos, debemos responder a dos grandes interrogantes; lo que significa el concepto “dark” y su beneficio dentro de una ciudad.
El revolucionario mundo oculto
Este centro de distribución (y producción) responde a las necesidades del consumidor digital, quien requiere no solo inmediatez, sino también eficiencia. Ponemos de ejemplo a PedidosYa con su PedidosYa Market, que es una dark store ubicada estratégicamente para lograr lo que se conoce como “logística de última milla”.
Esta operación permite que una empresa entregue productos de e-commerce en tiempo récord (generalmente 15 minutos). Otras más nuevas son Yummy Rockets o JOKR, quienes utilizan el concepto de “entregas en menor tiempo”.
Entonces, el concepto de una bodega o supermercado oculto permite al cliente elegir los productos que necesita de diversas categorías y recibirlas en una sola entrega.
¿Revolucionario implica sin control?
Pero crear una empresa que implemente este modelo de negocio, no puede ser obra del azar. Dejemos algo en claro. Estos almacenes logísticos no pueden crecer a la par que crece el pasto, es decir, no pueden ser empleados sin sustento y sin una completa evaluación del mercado y de la data de una ciudad.
La implementación de un negocio digital con centros de distribución, debe responder a las necesidades del área donde va a ubicarse y, sobretodo, a las exigencias del consumidor final. Como bien detalla José Antonio Vallejo, director de VALLEJOGROUP, todos los conceptos dark deben “funcionar de manera sostenible con el medioambiente y con la sociedad”.
Desde el grupo empresarial, han planteado la propuesta de que los distintos conceptos de almacenes urbanos se concentren en una sola ubicación, denominándose “dark mall”. “En un futuro, imagina que en un mismo complejo de almacenes encuentres a Ripley y Falabella. Hagas un pedido de ambas marcas y te llegue en una sola entrega todos los productos” comenta Vallejo.
En línea con optimizar eficientemente los servicios que ofrece el comercio electrónico, se debe plantear una estrategia que cumpla las demandas sí, pero que también sea socialmente sostenible. No se puede abrir un almacén y no tener espacio para guardar los vehículos de reparto, por ejemplo.
Otro punto también a resaltar es sobre la logística de última milla. “De que sirve que una empresa te entregue un producto en 6 minutos si todo el trayecto para llegar a tu ubicación es un impacto negativo en la sociedad” enfatizó Vallejo. Y es que ofrecer entregas en menor tiempo no significa eficiencia –totalmente-.
Una opción viable es que se pueda programar envíos, para que el repartidor tenga la oportunidad de cargar más pedidos y reducir el consumo innecesario de combustible. Allí parte otro punto, se necesitan implementar vehículos sustentables; eléctricos o “a pedal”.