La pandemia, el desarrollo de nuevas tecnologías y aplicaciones digitales, así como la creciente demanda de soluciones ágiles que exigen los consumidores, han propiciado el desarrollo de ‘las entregas ultrarrápidas’. Este rubro que promete delivery de supermercado en menos de 15 minutos, se encuentra todavía en construcción y supone un desafío a las startups que buscan aumentar el volumen de entregas para lograr un equilibrio sin pérdidas.
El ‘boom’ de este servicio de delivery instantáneo comenzó en el segundo trimestre del 2021, cuando varias de las aplicaciones de reparto comenzaron a implementar sus propias ‘dark stores’ y ‘dark markets’. Esto respondía a la creciente demanda de los consumidores por ‘entregas urgentes’. Como era de esperarse, rápidamente comenzaron a surgir startups enfocadas solo en el servicio de delivery en 15 minutos (o menos).
El mercado neoyorquino
Ejemplo claro de esto es Nueva York que, en el último semestre del 2021, recibió varias startups que prometían “entregas de comestibles de manera instantánea”. Tal es el caso de empresas como JOKR, Fridge No More, Buyk, 1520, Gorillas, Go Puff, entre otras tantas con menos marketing.
Esta variedad de empresas invitaron a diversos inversores a recaudar efectivo fresco, a veces por un total de cientos de millones de dólares, con la promesa de que pueden hacer que la gente compre alimentos en 15 minutos o menos. Sin embargo, la decisión de incursionar en un mercado como el de Nueva York ha resultado en una incertidumbre para varias de estas startups.
Algunos están sufriendo pérdidas significativas en cada pedido. JOKR, por ejemplo, perdió 13.6 millones de dólares en solo $ 1.7 millones en ingresos a fines de julio, según datos internos vistos por The Information.
Un gran error
Para el exejecutivo de Amazon y consultor en Supply Chain, Brittain Ladd, “a primera vista, parece lógico lanzar un negocio de entrega rápida de comestibles en una ciudad con una población de 8,85 millones de personas”. Sin embargo, hay un enorme pero. Y es que, mientras las empresas buscan fidelizar clientes, las estrategias que utilizan están que los perjudican.
“Algunas de las empresas están perdiendo cientos de dólares en cada pedido que cumplen cuando se contabilizan los descuentos, las promociones, las tarifas exentas, la mano de obra y todos los demás costos reales”, señala Ladd. “Para la mayoría de estos, esto fue un gran error”, cuestionando la decisión de las startups por incursionar en el mercado neoyorquino.
Tales pérdidas aumentan la presión sobre las nuevas empresas para que aumenten el volumen de entregas que pueden manejar por día, con la esperanza de que una mayor escala les permita alcanzar el punto de equilibrio. Pero ese acto de equilibrio precario plantea un riesgo para los posibles inversores.
¿Cuál es el problema?
Diversos medios locales han señalado como en lugar de concentrar sus existencias en un gran almacén, utilizan “tiendas oscuras”, microalmacenes repartidos por toda la ciudad. Cada uno de estos microalmaces solo realiza entregas en el vecindario en el que se encuentra, no en toda la ciudad. Allí comienzan las dificultades para acaparar una mayor cuota de mercado y ser rentables.
El portal VOX señala que las firmas de capital de riesgo son optimistas en el mercado emergente y abarrotado de nuevas empresas de entrega ultrarrápida, que aún no han sido rentables sin la ayuda de los inversores. Incluso con plazos de entrega más prolongados y trabajadores contratados, últimamente la entrega de alimentos no ha demostrado ser un negocio muy rentable. Los inversores podrían estar persiguiendo un espejismo, plantea The Wall Street Journal.
¿Hacia dónde va la Logística de Última Milla y las empresas de delivery instantáneo?
“El ecosistema de la última milla (organizaciones postales y de paquetería, minoristas, empresas de entrega, gobiernos y consumidores) está centrado en crear una última milla verdaderamente sostenible: más rápida, más económica y ecológica. De otra manera, las cosas empeorarán sin control”, así lo identifica Jose Antonio Vallejo, fundador y CEO de VALLEJOGROUP.
Ninguna entidad por sí sola puede crear logística de última milla sostenible. Requerirá que todos los actores del ecosistema trabajen juntos como nunca lo habían hecho. Algunas acciones para tomar en cuenta son:
- Incentivar opciones más ecológicas, creando campañas que alienten a los consumidores a recibir entregas de formas más sostenibles, pero convenientes.
- Repensar el uso de activos, creando una infraestructura física logística que permita disminuir el impacto en la huella de carbono, que no genere contaminación visual y congestión vehicular.
- Aprovechar los datos y el análisis, permite conocer las preferencias de los consumidores y los patrones de compra para innovar y optimizar el inventario y la gestión de rutas, para reducir la huella de carbono en la última milla.
- La utilización de furgonetas 100% eléctricas no evita el problema de congestión del tráfico, aparcarcamiento. Se debe priorizar la efectividad (y mejora de tiempos) en las entregas.
Esta logística de delivery instantáneo también puede ser diferente. “Si el ecosistema se une para actuar sobre prácticas sostenibles de última milla. Buena parte de la solución a este problema pasa por crear nuevos espacios logísticos adecuados a las ciudades, sus culturas y su entorno”, finaliza.