Ecuador, al igual que muchos países latinoamericanos, está atravesando una serie de problemas. El último se registró del 3 al 13 de octubre, cuando movimientos indígenas y sectores sociales protestaron en rechazo a la eliminación de los subsidios a los combustibles.
La medida fue derogada por el gobierno; sin embargo, las protestas – con incendios y saqueos a negocios – representaron pérdidas por más de US$ 2.500 millones, que constituyen cerca del 3% del Producto Interno Bruto (PBI) del país.
A pesar que esta situación fue controlada y ahora se busca otras formas para apalear la deuda externa; otra de las aristas que preocupa, va por el gasto de los consumos de los hogares.
CONSUMO DE HOGARES EN ECUADOR DECRECERÁ EN 2020
La gerente del Banco Central del Ecuador (BCE), Verónica Artola, explicó que en 2020 se espera una caída del 0,12% en el gasto consumo de los hogares. Este sería el peor resultado luego del desplome de 2016, cuando las compras de las familias ecuatorianas se contrajeron en un 2,4%.
Recordemos que, en 2017 y 2018 se generó una recuperación que produjo crecimientos positivos del 3,7% y 2,7%, respectivamente. Esta realidad va de la mano con el mínimo crecimiento económico (0,57% del PIB) que se espera para 2020.
Para el analista económico, Diego Olmedo, el consumo de los hogares representa el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) de cada año, por eso, una reducción impacta directamente en la actividad, la producción y el empleo.
Según el BCE, el problema es estructural, ya que, en el mejor de los casos y si se realizan las reformas de fondo junto a un real ajuste de las finanzas públicas, el crecimiento promediará el 1,4% hasta 2023.
“La economía ecuatoriana no genera riqueza suficiente ni siquiera para cubrir el crecimiento poblacional, lo que quiere decir que el PIB per cápita, que determina el poder adquisitivo de la gente, seguirá cayendo”, aseveró Andrea Ricaurte, economista y analista de desarrollo productivo a La Hora de Ecuador.
MENOR DEMANDA DE BIENES Y SERVICIOS EN ECUADOR
Este panorama daría como resultado, menor demanda de bienes y servicios, menores ventas y producción industria; pero, sobre todo, menos empleo adecuado, lo que podría aumentar el porcentaje de más de 60% de ecuatorianos que subsisten en la informalidad.
Finalmente, Ricaurte recalcó que las proyecciones del Gobierno pueden resultar muy optimistas, debido a que la evolución del PIB, ya en 2019 sería peor que la caída del 0,5% pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“En 2020 también podríamos tener un decrecimiento ante la imposibilidad de hacer cambios estructurales que liberen recursos para repotenciar la inversión pública y los incentivos productivos”, precisó al medio periodístico.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete! y marca la ‘campanita’ para recibir notificaciones de Perú Retail.
La nota es auspiciada por: