El Ministerio de Salud (Minsa) había informado que estaba evaluando suspender actividades que generen aglomeraciones, como fiestas, eventos, espectáculos y hasta el cierre de discotecas, debido al aumento de los casos de COVID-19 tras el inicio de la cuarta ola.
En tanto, con estas medidas se buscaba evitar la propagación del virus. De hecho, el ministro de Salud, Jorge López, notificó que los desfiles del 28 de julio ya se han suspendido a nivel nacional.
La suspensión de eventos se descartó
Sin embargo, recientemente el Ejecutivo descartó la suspensión de dichos eventos de ocio, pero recalcó que el Minsa continuará monitoreando la situación epidemiológica. Además, invocó a la ciudadanía y dueños de locales de entretenimiento a cumplir con los protocolos de bioseguridad, como el uso de mascarillas en espacios cerrados.
No obstante, Eduardo Ortega, asesor del Minsa, dijo que la decisión podría reactivarse si se disparan los casos de COVID-19. “La evaluación sigue y si las hospitalizaciones aumentan o si los casos se disparan, si la situación epidemiológica cambia, tomaremos decisiones. (Pero) por este momento podemos asegurar que se va a llevar esta postura (de no suspender eventos o cerrar discotecas)”, agregó.
¿Cómo impactaría dicha medida a los peruanos?
Para el segundo semestre del año en el Perú hay programados alrededor de 40 conciertos de artista nacionales e internacionales, por lo que la confirmación de la suspensión de espectáculos para los meses de julio y agosto iba a generar pérdidas de empleo de hasta 200.000 puestos de trabajo; además se pondría en riesgo la cancelación de dichos conciertos, advirtió la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
En este sentido, el presidente del Sector de Espectáculos Artísticos, Culturales y Afines (Arena) del Gremio de Servicios de la CCL, Jorge Fernández, sostuvo que la propuesta del Minsa representaba un grave perjuicio a la industria del entretenimiento que, a pesar de la incertidumbre política que atraviesa el país y de estar dos años paralizada por la pandemia, ha logrado un importante desempeño desde abril.
Asimismo, Fernández puntualizó que detrás de cada espectáculo hay miles de personas involucradas que trabajan y viven de la industria del entretenimiento, como los sonidistas, luminotécnicos, camerinos, acomodadores, seguridad, catering, entre otros.
“Todos los eventos y conciertos, grandes y pequeños, vienen ascendiendo de forma vertiginosa esperando alcanzar para este año una cifra similar al nivel prepandemia, cercano a 100 conciertos, pues se esperaba mayores ventas en este segundo semestre”, indicó Fernández.
La afectación no solo se iba a reflejar en las pérdidas económicas y el desempleo en el sector, sino que también significaría para el Estado menores ingresos tributarios que se cobran por concepto de IGV (18%) e impuesto a la renta.