Las punta de lanza en esta batalla eran sus marcas propias, debido a que tenían mayor control sobre sus precios. Así, se identifican marcas como: Metro y Aprecio (de Grupo de Supermercados Wong); Bell’s y Suli (de Supermercados Peruanos); y la recientemente estrenada Tottus (de Hipermercados Tottus).
A medida que crecía el número de tiendas, las marcas propias ya no sólo asumieron el rol de generar tráfico en los locales y garantizar un mayor retorno por los mayores volúmenes vendidos.
Ahora, cada vez es más notoria la incursión de las marcas propias de las cadenas comerciales en las góndolas.
De hecho, ya no sólo son los supermercados los que han sacado marcas propias, sino también las tiendas por departamentos .
Se está generando una importante demanda por empresas que le faciliten a las anteriores el servicio de maquila para fabricar sus respectivos productos.
Sin ir muy lejos, en Chile la cadena de autoservicios Líder superó recientemente los 1,000 productos con marcas propias.
Al empezar esta investigación, pensé que un motivo fundamental en este desfase en el Perú podría obedecer a una mayor ganancia de las cadenas a través de los intereses de la compra a crédito manejada por sus brazos financieros, frente a los márgenes generados por la venta de marcas propias.
Pero ambas estrategias podrían ir de la mano, pues no son excluyentes.
Y en esa medida, para las cadenas comerciales resultará fundamental en los próximos años poder ofrecerle a sus clientes una variedad de marcas propias que se diferencie a tal punto que pueda competir palmo a palmo con las marcas líderes del mercado.
En ese sentido, las tiendas por departamentos son las que más han invertido en diseño y publicidad para destacar sus marcas propias: Marquis, Axxs y Basic Equipment (de Ripley); Basement, Sybilla y Doo Australia (de Saga Falabella); y Malabar, Savanah, y Unlock (de Oechsle), por citar algunas.