Hoy en día las cadenas de retail tienen un severo competidor: los pequeños comercios, quienes a partir de 2003 han mostrado un incremento en sus ingresos, provocando una baja de 7% en las ventas de los grandes almacenes.
Se estima que en los próximos cinco años, 36, 000 empresas de retail cerrarán sus puertas. La cifra es alarmante: los grandes formatos pierden terreno frente a los pequeños comercios, quienes conocen las necesidades y gustos de sus clientes.
Los formatos pequeños ofrecen productos de buena calidad y servicios personalizados, incluso la posibilidad de obtener préstamos para cubrir saldos en la compra del día, situaciones que no ocurren en un retail y que gustan a los compradores.
Ante estos nuevos comportamientos de consumo y un panorama crítico, los grandes retailers deben centralizar su estrategia de crecimiento en el cliente, si es que desean permanecer en el mercado. El primer paso es implementar un programa de Inteligencia de clientes que permita analizar a fondo la calidad de los productos y servicios que ofrecen, pero sobre todo que enfoque a posibles y efectivas soluciones.
Un caso de éxito a seguir para los grandes retailers, es el de Target quien después de analizar las tendencias del comportamiento de consumo de sus clientes ajustó su formato con la implementación de sus City Stores, pequeñas tiendas enfocadas en la población de los centros urbanos más concurridos.
Los retailers tienen un gran reto: ajustar sus formatos para responder a las tendencias de sus consumidores. Esto es, a pesar de que los hábitos de consumo son una constante invariable que obliga a las industrias a conocer y entender las necesidades de sus clientes, adoptar una estrategia centralizada en el cliente implica tener la capacidad de identificar al interior de la organización, que no por tener información de sus clientes realmente significa que se conozca a su cliente.
La Inteligencia Analítica ayuda en gran medida a los retailers a ser capaces de mantener el constante ritmo de adaptación a los nuevos comportamientos de sus consumidores para asegurar una posición favorable en el mercado.
El que una campaña de mercadotecnia sea exitosa depende de la calidad informativa relacionada con los hábitos de consumo de sus clientes, pero también con la oportunidad y medios de preferencia de los usuarios.
El futuro de los retailers realmente depende de la mirada de las mejores prácticas de los del formato pequeño, pero sobre todo de una visión estratégica y centralizada en la inteligencia de clientes.