El impacto que los stocks tienen en el costo logístico, en la rentabilidad y en las necesidades de financiación externa conlleva a que el trabajo sobre el inventario se convierta en una de las prioridades para las empresas que quieren establecer una mejora de sus costos logísticos.
El gran objetivo de este trabajo debe ser reducir los niveles de stock, afectando lo mínimo posible al Servicio al Cliente (entendido como la proporción de pedidos o líneas completas y sin errores entregados en la fecha solicitada).
Una consideración a tener en cuenta es que cuando se trabaja en la reducción del stock nunca debemos perder de vista que nuestra principal misión es darle al cliente lo que quiere, en el momento que quiere, pero al mínimo costo posible.
Reducir drásticamente los stocks afectando negativamente al servicio al cliente puede suponer un “respiro” para que no se hunda el negocio a corto plazo, pero un desastre a largo plazo, por la pérdida de confianza de los consumidores.
Por otro lado, ante la disyuntiva de reducir stocks o maximizar el servicio al cliente, hay que recordar que en casi todos los inventarios de las compañías nos encontramos con stocks obsoletos o con muy bajos niveles de rotación, a la par de que en muchas ocasiones se dan roturas de stock de los productos con un mayor nivel de movimiento.
Si una empresa quiere tener en claro sus costos logísticos necesitan incluir el análisis del manejo de los inventarios dentro de sus estrategias y planes de gestión. No obstante, realizar una correcta administración de los stocks no es fácil.
Por ello, se presenta a continuación un decálogo a seguir para desarrollar con éxito esta tarea logística para mejorar los stocks de nuestra compañía:
1. Recoja información detallada de su surtido, su inventario, sus ventas, sus proveedores, sus clientes y sus procesos operativos de aprovisionamiento.
2. Establezca un sistema de previsiones de venta, en el que estén involucradas las áreas de la compañía que se ven afectadas por la misma.
3. Defina un nivel óptimo de stock y establezca el objetivo a través de un indicador tipo días de cobertura o rotación. A su vez, defina indicadores de servicio al cliente.
4. Realice un análisis detallado del nivel de stock y servicio de cada una de las referencias que tiene en su surtido.
5. Tome decisiones comerciales sobre: Productos sin venta y con stock; y productos con altos stocks y bajos niveles de venta.
6. En los productos que tienen ventas, pero altos niveles de stock, debemos ajustar los parámetros de reaprovisionamiento y tomar acciones especiales para los productos con coberturas elevadas.
7. Revisar la cadena de suministro y la forma de reaprovisionar los stocks, a través de un ajuste y/o modificación de su proceso de aprovisionamiento, para que no vuelvan a surgir problemas de stock.
8. Analizar los resultados económicos para la empresa y proponer soluciones de mejora a todas las áreas en las que influyen los procesos de aprovisionamiento.
9. Realizar un seguimiento periódico de la situación de nuestros niveles de stock.
10. Planificar acciones correctoras de mejora.
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