El crecimiento de la clase media en su conjunto provocó que el consumo de productos de lujo subiera un 20% en el 2013, hasta alcanzar ventas por US$30 millones y se espera un crecimiento similar para este año, sostiene Francisco Revelo, socio líder de Consumo Masivo de Deloitte Perú, en base a los resultados del “Informe global anual poder del lujo” de Deloitte.
Es por ese motivo, que los principales grupos del lujo internacional han puesto sus ojos en el Perú, pues saben que todavía hay mercado por desarrollar.
El estudio, que se concentra en los rubros ropa, bolsos, joyería, relojes, cosméticos y fragancias destaca el alto crecimiento del mercado peruano que es superior al promedio mundial (12,6%). Ambos incrementos se han producido, además, en períodos económicos de desaceleración.
Revelo estima que el mercado peruano de lujo podría llegar este año a los US$46 millones. Yarina Landa, gerenta general del Jockey Plaza –que como Larcomar concentra varias tiendas de lujo– dice que el mercado se irá desarrollando conforme crezca el país.
Destaca que cada vez los centros comerciales le están dando una mayor importancia a captar marcas de lujo, dado que existe una mayor demanda y conocimiento de marcas por los clientes.
“La exitosa presencia de marcas internacionales en los centros comerciales hace que las demás marcas tengan la seguridad de que hay un mercado importante para sus productos”, sostiene.
Así, el potencial es inmenso, sobre todo si se tiene en cuenta que el mercado peruano aún es chico en el contexto latinoamericano.
Según Euromonitor, en América Latina se consumieron productos de lujo por US$16.568 millones durante el año pasado, aunque hay que tener en cuenta que en ese número se incluyen productos no considerados en el estudio de Deloitte como vinos, gadgets electrónicos, viajes turísticos, entre otros rubros.
Consumidor Peruano
En el caso peruano, Revelo indica que el consumidor típico de productos de lujo es el ejecutivo de una multinacional o multilatina con ingresos de S/.25.000 mensuales. Por lo general, ya adquirieron su vivienda y también su auto o camioneta.
Se trata de un consumidor relativamente nuevo, pero que maneja mucha información, por lo que, si bien está dispuesto a pagar por productos de alta calidad, explora las alternativas donde puede conseguir el producto, advierte Revelo.
De acuerdo con el estudio de Deloitte, la mayor cantidad de consumidores está atrayendo a las marcas internacionales más reconocidas, al punto que de las 75 compañías top en el mundo, al menos 30 están ya en Lima, y diez de ellas tienen tiendas monomarcas.
Tickets
“Con el ingreso de nuevas marcas de lujo y tomando en cuenta el crecimiento que ha tenido en los últimos años, se estima que podría llegar a US$800 para julio del próximo año”, sostuvo Yarina Landa.
Las joyas son las que tienen más demanda, por lo que una joyería exclusiva puede vender unos US$2 millones al año. El mercado de joyas y relojes es particularmente importante, pues es uno en el que productores peruanos compiten con las marcas internacionales, como es el caso de G&G Joyeros que se ha expandido a Chile y es la boutique con más locales en la región.
Su oferta de joyas y relojes la complementa además con artículos de decoración, porcelana, cristalería, regalos premium y lista de novias. Además cuentan con la boutique Assouline, la editorial más lujosa del mundo.
En el segmento de relojes, los tickets tienen un amplio rango pudiendo pasar desde los US$1.500 hasta superar los US$500.000. Algo similar se observa en la ropa de vestir de lujo. En Designers señalan que el ticket promedio es de US$1.000, pero que fácilmente puede ascender.
El temor al lujo
Francisco Revelo, socio líder de Consumo Masivo de Deloitte Perú, señala que para darle un mayor impulso a la venta de artículos de lujo, las tiendas en el Perú deben trabajar en romper la barrera de entrar a la tienda.
“El vendedor o la vendedora tiene que ser muy cálidos en el trato. Hay que trabajar en la selección del personal, en el entrenamiento”, recomienda.
Revelo señala que, en general, a las personas les gusta adquirir productos de calidad y exclusivos, por lo que si los posibles clientes se sienten bien solo cuando han ido a mirar la tienda, es muy probable que luego regresen a adquirir el producto.
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