Pese a su reconocible “M” amarilla sobre fondo rojo en cualquier parte del mundo y de ser uno de los símbolos de la globalización, hay un lugar de América Latina en el que la cadena de hamburguesas McDonald’s no tuvo el éxito esperado.
Ese país fue Bolivia donde, pese a que el restaurante intentó adaptarse a los gustos de dicho país (incluyó la llajwa, la salsa con la que los bolivianos aliñan sus platos, y música folclórica), no logró triunfar.
Por eso, en 2002 y después de cinco años en el país, la cadena de hamburguesas decidió cerrar sus ocho sucursales en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
El documental “¿Por qué quebró McDonald’s en Bolivia?” busca encontrar razones de por qué los habitantes de esas ciudades le dieron la espalda a las hamburguesas más populares del mundo.
Fernando Martínez, director del documental explica que una de las claves de ese fracaso fue el precio, pues el menú más barato costaba entonces 25 pesos bolivianos (algo más de 3 dólares), mientras que, por ejemplo, en La Paz, en la actualidad se puede conseguir un almuerzo completo en un mercado popular por 7 bolivianos (menos de un dólar).
“Es fácil atribuirlo a la economía, pero detrás de ella están las personas, la sociología y los aspectos culturales”, matiza Martínez al explicar que esos precios tan asequibles se deben a la relación de los bolivianos “cercana a la tierra” que les lleva a comer platos con los productos tradicionales “de sabores intensos y fuertes y de muchas horas en la cocina”.
En el documental también se entrevista al que fue dueño de la franquicia de McDonald’s en Bolivia, Roberto Udler.
“Yo había crecido haciendo varios viajes al exterior y la verdad que miraba con envidia que otros países tenían Mc Donald’s y nosotros no”, confiesa el empresario en el documental, donde explica que la multinacional decidió cerrar todas las franquicias que estaban en zonas conflictivas después de los atentados 11 de septiembre.
Sin embargo, los bolivianos en cuanto a gustos, lo tienen claro. Por eso, en Bolivia siguen triunfando los platos tradicionales como las empanadas salteñas, el pan con queso, el fricasé, el majadito o el silpancho.