Según Euromonitor International, en el 2013 se vendieron yogures por US$320 millones, un 86% más que cinco años atrás, teniendo incluso este producto un mayor nivel de gasto per cápita que la leche: 10 dólares al año contra 9,7 dólares en leche.
Según Gloria, el consumo per cápita ha crecido en los últimos 10 años en 465% hasta los 6 kilogramos por persona, todavía bajo respecto a la región.
“A mediano plazo, podemos tener el consumo más alto de la región, debido a las innovaciones que aplicamos para los diferentes segmentos, respondiendo al deseo del consumidor de tener productos más prácticos y divertidos”, indica Eduardo Hernández Peña, vicepresidente de la Unidad de Negocios de Alimentos de Gloria.
En el primer trimestre del 2014 el crecimiento ya ha sido de 22%. El ejecutivo –que señala tener una participación del 80%– destaca en particular el impulso de las presentaciones para niños tales como Battishake y Battimix, así como los formatos indulgentes (postres lácteos como Pasión y Griego) y funcionales (Actibio, Vitacol, Prodefensis y Calcifem).
En Laive –aseguran tener el 20% a nivel nacional y 29% en autoservicios– también indican que la innovación ha sido y será la clave para hacer crecer el mercado.
Álvaro Ramos, gerente de Márketing, precisa que el desarrollo de nuevos segmentos como yogures sin lactosa o el yogur griego están consiguiendo nuevos espacios de consumo.
Lo mismo que consiguieron Probiótico, su producto estrella, Sbelt y los enriquecidos con DHA. En esa línea, su último lanzamiento es el yogurt griego con trozos de durazno y blueberry.