Cada día es más común hacer las compras desde casa; visitar la tienda online de tu firma favorita y añadir al carro de la compra una serie de productos. Ahora, las cadenas de moda quieren llevar esta experiencia a pie de calle y virtualizar sus establecimientos físicos con técnicas nativas de la Red. Smartphones, pantallas capacitativas o tablets están entrando ya en juego en los puntos de venta a pie de calle, pero ¿funciona esta técnica? ¿Se encuentra el retail en una crisis de imaginación y por eso adopta técnicas más propias de la escena virtual? Y, ¿realmente tienen futuro?
Muchas de las técnicas que se están adoptando pueden resultar, simplemente, atractivas para el cliente, pero otras son de gran utilidad. El código QR es una muestra de ello. “Este código es perfecto para hacer de puente entre el mundo offline y el ecommerce”, asegura Marius Rossell, director general de Trilogi.
“El código QR también es muy útil para comprobar el stock que puede tener una tienda de un producto, para dar a conocer tu negocio o para ofrecer ofertas”, dice Álex López, propietario de Sartia, empresa especializada en el asesoramiento y formación para el sector del retail. El código QR puede ser una revolución en el mundo de retail.
El smartphone se ha convertido en un complemento indispensable del consumidor. Las cadenas y firmas de moda lo saben, por eso mismo lo han convertido en una herramienta de interacción de doble dirección. El consumidor puede consultar ofertas, prendas o ubicaciones, pero la marca también puede contactar con él para hacerle llegar novedades sobre las colecciones y descuentos.
Otra de las prácticas más utilizadas por los gigantes de la distribución de moda en el mundo son las aplicaciones para móviles. Zara, H&M, Mango o Blanco ya cuentan con aplicaciones que sirven para interactuar tanto con los establecimientos físicos de la compañía como para realizar compras a través del dispositivo, ya sea un smartphone o un tablet.
Las compañías, además de potenciar sus ventas en dispositivos, también apuestan por dar a conocer su negocio en redes sociales, que por lo general, son cada vez más consultadas desde los teléfonos móviles. “Foursquare es un sistema de geolocalización que sirve para que tus usuarios dejen constancia de que han estado en tu tienda, y a la vez lo compartan con sus contactos –explica López-; esto no deja de ser una estrategia de publicidad para las firmas y cadenas que lo utilizan”.
“Comprar online y recoger en tienda genera una nueva oportunidad de compra”, asegura López. Desde que Inditex inaugurara su punto de venta online de Zara, la técnica de comprar online y recoger en tienda está cada vez más extendida.
El consumidor continúa teniendo miedo a la compra online y esta es una manera de romper esa barrera. Además, “estas cadenas utilizan esta práctica para que el consumidor continúe yendo al establecimiento físico”, asegura López.
Compañías, como Walmart, dan la posibilidad al cliente de comprar en línea y recoger en el establecimiento el mismo día y Google creó una aplicación llamada Local Product Availability para que los usuarios pudieran ver que productos tenían en stock las tiendas locales participantes, usando tecnologías como la geolocalización, entre otros ejemplos.
Un futuro sin tarjetas de crédito
Con el móvil como protagonista, los especialistas ya están trabajando en crear un método para poder pagar con el móvil en los establecimientos físicos.
Google Wallet almacena la información relacionada con los pagos, el historial de transacciones y las ofertas, todo a través del móvil. “Hasta dentro de unos años no se verá esta tecnología realmente implantada y extendida”, dice Rossell.
“Lo más interesante está por llegar, ya que no sólo estarán en escena las marcas y firmas de moda, sino que también participaran la operadoras y proveedores como Amazon, Google o Paypal para hacerse con el control de los pagos a través de estos dispositivos”, concluye Rossell.
El retail y el negocio online han encontrado una forma de darse la mano, aprovechando uno del otro las sinergias que más les convienen. Hace un par de años el comprar a través de un móvil no se concebía y ahora es lo más cotidiano.
De todas formas, aún es pronto para saber si técnicas como el probador virtual, la visualización de catálogos por pantallas táctiles desde las propias tiendas o las compras desde un iPad, también desde el establecimiento, son más cómodas para el cliente o, por el contrario, entorpecen la experiencia de compra del usuario.