La ola de problemas internos que sufre la compañía de la manzana posiblemente se convierta en una bola de nieve muy pronto. Recientemente se dio a conocer que diversos empleados de Apple organizan un sindicato con teléfonos Android para evitar espionaje.
Según recoge The Washington Post la opinión de personas anónimas familiarizadas con el asunto, los empleados de varias tiendas Apple en todo Estados Unidos están trabajando en silencio para sindicalizarse, ya que la creciente disidencia entre los trabajadores por el salario -discordante con la inflación que sufre el país- amenaza con interrumpir a uno de los gigantes tecnológicos.
Los grupos de al menos dos tiendas minoristas de Apple están respaldados por los principales sindicatos nacionales y se están preparando para presentar documentos ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) en un futuro cercano, dijeron las personas. Al menos media docena de ubicaciones más se encuentran en etapas menos avanzadas en el proceso de sindicalización. Apple emplea a más de 65.000 trabajadores minoristas.
Uno de los factores que ha dinamizado la intención de un sindicato en Apple, se debe a la reciente polémica por el sueldo de su actual CEO, Tim Cook, que es 1.400 veces el salario de un empleado de tienda. Por otro lado, los esfuerzos de Apple por retener talentos y cautivar a más empleados han incrementado en las últimas semanas, desde el aumento salarial hasta ofrecer mayores beneficios como seguros y días de vacaciones.
Esta situación sucede a otras dos grandes compañías estadounidenses como lo son Amazon y Starbucks, quienes también ven a sus trabajadores alzarse en protesta y sindicalizándose por mejores condiciones laborales. Más de 80 locales de Starbucks han presentado solicitudes de sindicación desde que la primera tienda iniciara la tendencia el pasado agosto, con una votación exitosa en diciembre.
Trabajadores de Apple usan Android para evitar acoso
Según el Washington Post, para evitar ser detectados por los gerentes de las tiendas, los empleados se han reunido y comunicado en secreto con mensajes encriptados, a veces usando teléfonos Android, el competidor del sistema operativo iOS de Apple, para evitar cualquier posible espionaje por parte de la compañía.
Aunque no hay pruebas de que Apple realmente espíe los iPhones de sus empleados, los organizadores pueden tener en mente el despido de la empleada de Apple Ashley Gjøvik, quien ha denunciado acoso sexual, problemas ambientales y vigilancia por parte de la empresa.
La megacorporación “tiene una cultura interna de vigilancia, intimidación y alienación”, escribió Gjøvik. “Los empleados son vigilados de cerca y nuestros datos se acumulan en nombre del secreto y la calidad”.