Diferentes sucesos recientes como la pandemia y la acelerada migración a lo digital, han moldeado no solo las dinámicas laborales sino la forma de concebir el trabajo en su totalidad. Los profesionales que hoy se enfrentan al mercado no son los mismos de la etapa pre pandemia ni salen a un panorama laboral similar al anterior, por lo que nuevas tendencias se abren camino y marcan la pauta para el futuro de muchas carreras y mallas educativas.
Uno de los ejemplos más representativos de esto es la tendencia al emprendimiento y autoempleo. Varios meses después de la crisis sanitaria, el Perú aún es reconocido como el cuarto país con más emprendedores en el mundo, según el estudio de Ipsos Global Advisor del 2023 que considera a más de 5.5 millones de peruanos registrados, quienes continúan apostando por una independencia al modelo tradicional de trabajo.
Con un mercado laboral cada vez más competitivo y cambiante, el emprendimiento y el autoempleo se han convertido en una alternativa sólida y muy atractiva con relación al empleo clásico en el Perú. El crecimiento del espíritu emprendedor ha brindado una serie de desafíos y oportunidades para aquellos que buscan tomar las riendas de su propio destino laboral y económico.
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Se trata de una tendencia sostenida confirmada este 2023 por las cifras de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en las que se resalta que 4 de cada 10 peruanos entre 18 y 64 años es empresario o propietario de una nueva empresa. Con ello, la cifra de actividad emprendedora (22.4%) nos pone en Latinoamérica por encima de otros países como Colombia (15.7%), México (13.0%), Costa Rica (11.3%) y Argentina (9.1%).
“Según las cifras publicadas por Datum al final del 2021, casi el 55% de la población económicamente activa del país trabaja en un emprendimiento propio y el 45% de ellos iniciaron en la pandemia. Es evidente que la tendencia acelerada nace de la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos ante contextos extraordinarios, pero también es relevante revisar la durabilidad y proyección de éxito de estos negocios”, comenta Flavio Ausejo, director de la Dirección de Educación Continua de la PUCP.
Y agrega: “El último informe técnico de Demografía Empresarial de INEI revela que en realidad son muy pocos los que logran subsistir más de un año. Solo el 2022 registra la baja de más de 9 mil 302 empresas. Esto demuestra que existe un espíritu de independencia, pero faltan los conocimientos y herramientas que logran hacer de un un proyecto de emprendimiento algo rentable y sostenible a largo plazo”.
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Con ello, el especialista remarca la necesidad de que el emprendedor peruano busque educarse constantemente y formar sus competencias con las herramientas adecuadas para montar un emprendimiento o generar un modelo de negocio que le permita autoemplearse. Hoy en día, el emprendimiento es una forma de competencia y la habilidad de ser independiente, algo que se puede fortalecer o potenciar de cara a contextos de crisis como la pandemia, inestabilidad política, económica y social.
“La educación complementaria es una alternativa bastante atractiva para desarrollar una cultura emprendedora donde se busque potenciar habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas. Estos conocimientos son fundamentales para cualquier interesado en liderar su propio proyecto, especialmente en una coyuntura con tantos factores de inestabilidad como la peruana. Hoy en día existen distintas plataformas que, en diferentes modalidades, ofrecen cursos y programas específicos con una duración relativamente corta. Las herramientas existen, pero hace falta alimentar la búsqueda constante de la educación”, finalizó Ausejo.