Las bonificaciones y beneficios adicionales al sueldo que las empresas otorgan a los colaboradores se han convertido en una de sus opciones más atractivas para que los empleados puedan sobrellevar el alto costo de la vida y para retenerlos de manera efectiva. Sin embargo, las firmas que operan en el Perú son las que menos ofrecen dichas bonificaciones a sus trabajadores. ¿A qué se debe?
El estudio “Guía salarial 2023”, elaborado por MyDNA, señala que en un contexto de inflación se hace cada vez más frecuente en toda la región otorgar bonificaciones variables y beneficios, sean salariales o no.
La decisión de qué tipo de beneficios son atribuibles a cada cargo será responsabilidad de la gestión estratégica del área de recursos humanos en función de los objetivos organizacionales.
Ante el escenario inflacionario, suelen surgir los beneficios no salariales. Estos son más baratos para las empresas y compensan el paquete total. En ese sentido, las compañías adoptan negociaciones y asociaciones que permitan incorporar beneficios que sean de importancia para los trabajadores.
Estos se ven reflejados en, por ejemplo, paquetes que tienen que ver con comida, transporte, guardería y seguros complementarios, incluso paquetes de gimnasios o aquellos programas que resultan con un coste mucho menor para los colaboradores.
No obstante, la investigación indica que las empresas en Perú son las que menos aplican esta práctica, en comparación con Brasil, Argentina, Chile y Colombia. El nivel de adopción en nuestro país ocupa la puntuación más baja.

¿Por qué las empresas en Perú son las que otorgan menos bonificaciones a sus trabajadores?
De acuerdo con el estudio, esto responde a la situación política. Las empresas están esperando un mejor momento para invertir. Entonces, si no registran crecimientos durante el año tampoco dan bonos variables.
Asimismo, el mercado “no está creciendo a más del 3% y tampoco hay pelea por talento”. Hoy en día, el riesgo de perder a un ejecutivo es menor porque existe una masa crítica que aceptaría cobrar el mismo sueldo por ocupar un puesto, sin necesidad de un extra.
“La expectativa es que, a mediano plazo, la economía nacional crezca ligeramente por debajo del ritmo del 3% que tenía previo a la pandemia, esto a raíz del aumento de las exportaciones. Por otro lado, la demanda interna comenzará a desacelerarse debido a la escasa confianza de las empresas, un menor crecimiento de la cantidad de socios comerciales y cierta volatilidad de los precios de la energía”, refirió el estudio.
Adicionalmente, en el ámbito socioeconómico del país, se estima que en los próximos dos años los niveles de pobreza se mantendrán por encima de los anteriores a la pandemia. Esto como consecuencia de la baja en la calidad media del empleo, sumado a que el contexto internacional adverso afectó de manera significativa los precios de los alimentos y combustibles.
“Muchas organizaciones siguen recelosas sobre tomar decisiones que involucren significativas inversiones de capital, principalmente debido a la situación política actual del país, lo que impacta directamente en la generación de empleos formales. Sumada a esta incertidumbre, se encuentra el hecho de que muchos profesionales pasaron a considerar una migración laboral a otros mercados con situación política más estable, gracias al incremento del trabajo remoto”, añadió el informe de MyDNA.
Dolarización del salario en Latinoamérica
En la región latinoamericana también surgió como tendencia la dolarización de los sueldos, pero en Perú no escaló.
La Great Resignation y el COVID 19 han afectado para siempre la realidad del trabajo como lo conocíamos. Estudios recientes muestran que el 87% de los empleadores a nivel mundial ya enfrentan problemas para adquirir los talentos que requieren.
En una combinación de falta de profesionales en las economías avanzadas y un cambio en la metodología al teletrabajo que ha llegado para quedarse, se observa una mayor cantidad de multinacionales que buscan llenar sus plantillas con profesionales de otros países donde sus costos de vida y estándares salariales son más reducidos.
Estas multinacionales han puesto una enorme presión en las empresas locales, las cuales además de combatir la inflación deben entrar a competir en condiciones desfavorables por conseguir nuevos talentos.
En este sentido, se observan incrementos por sobre la media en cargos cuyas actividades pueden realizarse íntegramente a través del teletrabajo haciendo que la necesidad de perfiles de TI (Tecnología de la Información) sea mucho más pronunciada. Este efecto está directamente relacionado al porcentaje de profesionales bilingües de cada país. México, por ejemplo, obtiene el primer lugar en la región con un 82%, dejando por detrás a países como Brasil y Argentina, con 47% y 30%, respectivamente. Países como Colombia y Chile se ven menos afectados por esta tendencia, pues su nivel de inglés es del 13% y 8%, respectivamente.

Inflación y salarios
El CEO de MyDNA, Murilo Arruda, señaló que actualmente las industrias que ajustan los salarios por encima de la inflación son energía, minería y tecnología. “Solo en dichos rubros es necesario porque de lo contrario el talento se va”, agregó.
Desafíos para las empresas que operan en el Perú durante 2023
Uno de los desafíos de 2023 será retener talentos, principalmente cargos medios y altos. Las empresas tendrán que reflejar sus eficiencias operacionales en incrementos de sueldo para compensar la inflación y el asedio de compañías extranjeras que estén en condiciones políticas y económicas más estables.
Además de estos puntos, el salario emocional (como lo son el trabajo remoto, la flexibilidad de horario, la ayuda de luz e internet, entre otros) serán estrategias cada vez más adoptadas por las empresas, sin dejar de lado nuevos beneficios muy importantes para los colaboradores hoy en día -sobre todo para los nómades digitales- como lo son los beneficios de seguros de vida, oncológicos, incluso seguros de salud internacionales.