Desde su anuncio en 2013, la entrega con drones de Amazon –a través de su servicio Prime Air–, ha generado altas expectativas del siguiente nivel en el delivery de última milla. Sin embargo, también ha levantado mucha incertidumbre respecto a su funcionalidad, y más detalles que ha podido recoger Business Insider de documentos internos de la compañía de Jeff Bezos.
La división Prime Air anunció recientemente que para 2022 realizaría un total de 12.000 vuelos en entregas a 1.300 clientes, a modo de prueba. Pero a la par se suscitaron diversos problemas, sobre todo accidentes respecto a los drones; el más sonado de los casos fue un dron que falló en pleno vuelo y terminó generando un incendio forestal.
Según los documentos a los que accedió Insider, el problema sería más grave que el apartado técnico. Aproximadamente 30% de los 800 empleados que la división tuvo a su cargo en 2021 renunciaron, se trasladaron o fueron despedidos en el año.
Esta tasa de rotación es significativamente más alta que el 20% del 2020 y más de cuatro veces más alta que el objetivo anual de Amazon del 6% para lo que llama “tasa de abandono no lamentada”. La compañía también despidió a más de 100 empleados en la oficina de Prime Air en el Reino Unido.
La inusual rotación, como lo denomina el portal, también se produce en un momento de cambio y agitación interna. Los empleados se han ido en medio de roces entre los nuevos contratados y los empleados más antiguos, los elevados costes, los cambios en los objetivos, el incumplimiento de los plazos y los retrasos por accidentes en las pruebas.
¿Qué sucede con la entrega con drones de Amazon?
Casi 10 años han pasado desde la presentación de Prime Air, siendo que en su momento Bezos pronosticaba que los drones autónomos de Amazon estarían surcando cielos comerciales en “cuatro o cinco años”. Llegado 2020, Amazon se dio cuenta que no había logrado producir “un servicio de entrega que pudiera funcionar de forma segura sobre zonas pobladas”.
Ese mismo año, la compañía reemplazó al jefe de la división Gur Kimchi, con David Carbon, antiguo ejecutivo de Boeing, quien estableció objetivos ambiciosos para las pruebas y las aprobaciones regulatorias. Dichas estrategias llegaron a irritar en varias oportunidades al personal a cargo del proyecto, según comentó un exempleado de pruebas a Insider.
Algunos no estaban acostumbrados al minucioso proceso necesario para garantizar que los drones autónomos de Amazon fueran seguros para volar sobre ciudades y pueblos. Sin ello, no podría obtener la aprobación de la Administración Federal de Aviación en Estados Unidos.
Entonces, durante 2021 se produjo una alta rotación de talentos dentro del área Prime Air. L unidad de pruebas, que tenía aproximadamente 100 personas, perdió el 71% de sus empleados al cerrar el año.
Asimismo, los ingenieros de pruebas de Prime Air trabajaron “siete días a la semana” para intentar cumplir el objetivo de pruebas, según un antiguo empleado de Prime Air. Al final solo pudieron completar 2.338 vuelos de prueba y no alcanzaron el objetivo de 2.500, según los documentos.
La revisión trimestral señala que Prime Air “no estaba preparada” para aumentar el volumen de pruebas, haciendo referencia al desgaste del personal, la limitada disponibilidad de hardware, los errores de software y los procesos de prueba incompletos. Amazon reestructuró el equipo y externalizó algunos puestos “para cubrir el déficit de capacidad”, rescata Insider de los documentos.