Es la discusión de los últimos cuatro años. La Bolsa de Valores de Lima (BVL), desde el 2006, ha tenido un comportamiento notable y notorio. Aquel año, su índice general reportó un retorno de 168,3%. Al año siguiente, el rendimiento fue de 36,02% para, finalmente, producto de la crisis internacional, caer estrepitosamente un 59,78% en el 2008. (Vea AQUÍ cuadros sobre la tendencia bursátil)
Para el 2009, algunos gerentes de inversiones y economistas recomendaban invertir en la bolsa pues —aseguraban— los precios de muchas acciones estaban “ridículamente bajos”. Al final tuvieron razón: la bolsa rentó 100,99%, impulsada principalmente por el sector minero que se apreció en 151,23% de la mano de la recuperación de los precios internacionales de los commodities que subieron en proporciones similares.
Pero, ¿y este año? Semejante rendimiento en el 2009 atrajo a muchas personas a la bolsa, tal como en el 2007 y en el 2008.
El ex presidente de la Conasev y actual presidente de la firma de asesoría Mercado de Capitales Inversiones y Finanzas, Enrique Díaz, afirma que “el mercado no sabe a dónde va y por eso lo más probable es que describa un movimiento lateral sobrerreaccionando a las noticias que vayan apareciendo hasta que la nube de incertidumbre respecto a si la recuperación tras la crisis es firme o no, se disipe […] luego, puede pasar cualquier cosa […] este es probablemente uno de los momentos más inciertos de los últimos tiempos”.
El alza de los precios de los metales en los mercados internacionales se refleja de inmediato en una subida en la bolsa limeña que, por lo general, tiende a sobrerreaccionar con las noticias buenas y malas porque, entre otras cosas, es muy poco profunda y muy poco líquida.
Otra correlación muy alta es la que la BVL tiene con las bolsas de Nueva York: durante el feriado del lunes pasado en EE.UU. la plaza local registró el menor monto negociado del año.
“La decisión de invertir o no en la bolsa dependerá de la expectativa y aversión al riesgo de cada persona”, explica Díaz, en tanto que Arce agrega: “va a ser un año turbulento y lleno de volatilidad […] existen buenas oportunidades de inversión en algunos sectores por temas fundamentales […] las personas deben entrar pensando en el largo plazo”.
Nadie discute que la BVL depende de los precios de los metales, que a su vez dependen de la marcha de la economía mundial. Es respecto a esto último de lo que nadie está seguro. Así es que, si invertir supone siempre un riesgo, este es mayor en estos días. No lo olvide.