La cadena alemana de supermercados Lidl, siguiendo el modelo de otros retailers como Walmart, Target o Marks & Spencer, está apostando por darle mayor fuerza a la venta de su marca propia de moda, Esmara.
El negocio de la ropa en los supermercados, liderado hasta ahora por Carrefour, se dispara con un competidor emergente: Lidl, que incorpora las reglas del fast fashion a lo que hasta ahora era una línea de negocios sin gran importancia para las cadenas de autoservicio.
Esmara ya ha alcanzado los 2,5 millones de compradoras, según el más reciente estudio de la consultora de mercado Kantar Worldpanel con colecciones cada vez más cortas y renovadas, una táctica consolidada y expandida por Zara (Inditex).
Gracias a ello, el negocio ha dejado de ser residual para convertirse en uno de los puntos fuertes de la cadena.
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Además, Lidl ha demostrado su intención de apostar con más intensidad en el sector de la moda, fichando a la modelo Heidi Klum para promocionar su última colección, compuesta por prendas cuyo precio no supera los 10 euros.
Una estrategia que triunfa entre las consumidoras, y es que casi la mitad de las españolas están dispuestas a comprar su ropa en supermercados.
En España, Esmara intenta hacerse hueco entre las marcas de ropa de supermercado entre las que destacan Tex de Carrefour, y Uni, la marca de ropa de Hipercor, el supermercado de El Corte Inglés.
Y para ganar cada vez más compradores, Lidl ya trabaja con “colecciones cápsulas”, es decir, pequeñas cantidades de producto que se mantienen durante pocas semanas en los mostradores.
“La idea es trasladar el concepto ‘smart discount’ al mundo de la moda como una ‘compra inteligente’, cercana y sin complicaciones, ideal para la mujer de hoy, que cada vez dispone de menos tiempo para cuidarse”, sostuvo Arantxa Conde, responsable de relaciones públicas de Lidl España.
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