Etiopía y Sudáfrica responden a la pregunta: ¿Y después de Bangladesh, dónde? La industria de la moda ya ha empezado a tantear nuevos países a los que trasladar parte de su producción ante un fuerte incremento de los costes salariales en el Sudeste Asiático o ante la posibilidad de que se llegue al límite de su capacidad productiva.
Los gobiernos etíope y sudafricano ya han empezado a tomar cartas en el asunto para hacerse con parte del pastel de aprovisionamiento global de la moda.
Etiopía es el país mejor posicionado para ser el próximo polo productivo en África. Desde que H&M hiciera público su interés en llevar parte de su producción al país africano, el textil etíope empezó a despertar interés entre los operadores internacionales. La economía del país cuenta ya con una notable capacidad productiva en confección de prendas y de calzado.
El Gobierno de Etiopía anunció en 2013 un plan para reforzar la industria textil. Compañías europeas, pero también turcas, chinas e indias, han empezado a invertir en la confección del país. Las exportaciones etíopes de textil y confección aumentaron un 28% en el ejercicio 2012-2013, en relación al año anterior, hasta los 84.600 millones de dólares (62.172 millones de euros).
Sudáfrica, por su parte, destinó el pasado junio 200 millones de rands (13,8 millones de euros) al desarrollo de un clúster nacional que liderará la capacidad productiva del sector textil y de la confección en el país. El Ejecutivo ha puesto en marcha este plan, que tiene una duración de cinco años, para potenciar la actividad textil en Sudáfrica y hacerlo de manera supervisada y sostenible.
El objetivo del Gobierno sudafricano es impulsar la industria local reforzando la cadena de valor y fomentando el uso de materias primas locales, como el algodón. El resultado de esta iniciativa será la creación de empleo estable en una industria textil competitiva.
La actividad textil en Sudáfrica está orientada al mercado local y regional. A pesar del incremento de sus costes laborales, su industria continúa competiendo a nivel global con países como China.
Sin embargo, las importaciones europeas de confección continúan teniendo como principales puntos de origen en África países como Marruecos, Túnez, Egipto, Madagascar y las Islas Mauricio.
De éstos, los territorios más cercanos a Europa son los que se llevan la mayor parte del pastel por la importancia que la proximidad juega todavía en la relación de aprovisionamiento de Europa con el continente africano.
En 2013, Marruecos continuó liderando el ranking de los principales proveedores de ropa de Europa, con 2.111,6 millones de euros, según datos de Eurostat. Le siguió de cerca Túnez, con 2.072 millones de euros. Más lejos se encuentran Egipto, que el año pasado exportó prendas a los países de la zona comunitaria por valor de 383,9 millones de euros; Madagascar, con ventas de 287,6 millones de euros, e Islas Mauricio, de 271,5 millones de euros.
Etiopía y Sudáfrica les siguen en el ránking de los principales importadores europeos de prenda confeccionada, ocupando la sexta y la séptima posición. A pesar de ello, las cifras de ventas a la Unión Europea distan mucho del resto.
En 2013, Etiopía exportó prendas confeccionadas a Europa por valor de 30,6 millones de euros, un 27,5% más que el año anterior. Sin embargo, las ventas de Sudáfrica alcanzaron los 9,2 millones de euros, un 8% menos que un año atrás.
En el caso concreto de España, la proximidad sigue siendo el valor determinante para su aprovisionamiento en África. Marruecos lidera el listado de sus principales proveedores de prendas a distancia del resto de países. En 2013, la industria marroquí de la confección exportó ropa a España por valor de 1.067,3 millones de euros, según datos del Icex.
Del mismo modo que ocurre en la Unión Europea, le siguen de lejos Túnez, Egipto, Madagascar e Islas Mauricio. Sudáfrica fue en 2013 el sexto proveedor africano de ropa de España. Las exportaciones sudafricanas de prendas confeccionadas alcanzaron el año pasado los 608.580 euros, un 15,1% menos que en el año anterior.
Etiopía, por su parte, es el décimo proveedor africano de ropa de España. Sin embargo, en 2013 se produjo un incremento del 2.020% de las compras españolas a la industria etíope de la confección, que pasaron de 810 euros en 2012 a 17.170 euros en 2013.
En el caso del calzado, los principales países de origen de las compras europeas vuelven a ser Túnez y Marruecos. En esta ocasión, el mercado tunecino encabeza el ránking con ventas de calzado a la Unión Europea en 2013 de casi 400 millones de euros. Sudáfrica y Etiopía se posicionan en el quinto y sexto lugar, respectivamente, por detrás de países como Egipto y Cabo Verde.
En 2013, Europa importó calzado de Sudáfrica por valor de 1,15 millones de euros, un 11,5% más que un año atrás. Sin embargo, las importaciones europeas de calzado de Etiopía se desplomaron un 80%, al pasar de 3,3 millones de euros en 2012 a 781.800 euros en 2013.
En España, el calzado procedente de África tiene como principales países de origen Marruecos y Túnez. Etiopía es el tercer proveedor y Sudáfrica, el octavo. Sin embargo, las compras españolas de zapatos procedentes de ambos países son todavía muy poco significativas. En 2013, España importó calzado de la industria etíope por valor de 240.850 euros y de Sudáfrica, de 2.560 euros.