
Por Fanny Schuller, Directora de Arte y Creatividad en Retail360 – creating emotions. Ponente de la Convención & Expo Retail “CONVEX"
El complejo escenario del retail está actualmente sobre analizado. Así mismo, el término noventero de “experiencia de compra” ya se agotó.
La tecnología y sus múltiples derivados, nos están alejando de la función primordial del retail: comprar, vender y el diseño de los lugares para hacerlo.
Si. Ciertamente, los hábitos de los consumidores han evolucionado para adecuarse a estas nuevas condiciones. El consumidor integró fácil y rápidamente los diferentes canales disponibles: tiendas físicas, e-commerce, m-commerce, Pop-Up Stores, Nómadas, entre otras.
La industria se ha vuelto ágil y los recursos creativos para diseñar y producir, son casi inagotables.
Para seguir siendo rentable, la habilidad del retailer está en anticiparse constantemente a las efímeras expectativas del consumidor y satisfacer su “experiencia de compra.”
No obstante, la esencia misma del comercio, permanece intacta. El comercio, es una actividad netamente humana que trae consigo implícita la riqueza de la conversación y el intercambio de bienes y servicios por mutuo acuerdo.
En este sentido, “going back to basics” es la clave para rescatar algunos de los valores originales del retail, lo cual nos abre una nueva perspectiva.
Definir retail como “espacio público (físico o virtual), donde se lleva a cabo un intercambio comercial”, subraya la relevancia que en las últimas décadas ha cobrado el diseño de espacios comerciales y tiendas.
Store Design es una disciplina especializada que integra ciencia, arte y tecnología.
Ciencia porque para diseñar espacios comerciales, es necesario comprender y aprovechar la psicología (intelecto, percepción y emoción) del ser humano.
Arte, porque se requiere pasión, intensidad y maestría para despertar emociones en el público consumidor.
Tecnología porque el diseño de tiendas requiere de las herramientas tecnológicas para ser producido y ejecutado.
Disciplina, porque diseñar espacios comerciales requiere de métodos probados y técnicas con rutinas simples que facilitan las tareas.
La práctica de Store Design implica: tener una perspectiva clara para conectar acertadamente los conceptos de diseño, con la interpretación de lo que sucede en la mente del consumidor y cumplir con los requerimientos del retailer.