El sector de la distribución es dinámico y, como se ha demostrado a lo largo de la historia, ha sufrido transformaciones drásticas que lo han hecho todavía más dinámico.
Hoy en día la política de precios constituye un ámbito de especial interés en el comercio minorista debido a sus repercusiones sobre los resultados a corto y largo plazo, por ese motivo, las decisiones sobre precios en la actualidad es uno de los aspectos más relevantes de las estrategias de marketing de los distribuidores detallistas que operan en este sector.
Para ello también es importante conocer al consumidor, su comportamiento a la hora de comprar y cómo influir en él se ha convertido en una ciencia. Las marcas y los distribuidores de éxito tendrán que aprender a adaptarse a esta realidad.
Las decisiones de precio también implican consecuencias a largo plazo, especialmente en lo que se refiere a la imagen del punto de venta, por lo que los resultados de una política de precios inadecuada pueden resultar catastróficos en este sentido.
En efecto, las estrategias de precios, junto con el resto de elementos que componen el marketing mix del detallista (la localización, el surtido, la política promocional, la atmósfera del establecimiento), ejercen una gran influencia sobre la imagen del punto de venta.
Sobre todo, teniendo en cuenta que existe una amplia variedad de estrategias de precio que oscilan entre la estrategia de precios siempre bajos (Every Day Low Pricing -EDLP- Strategy) y la estrategia de precios elevados-precios reducidos, también denominada estrategia de precios Hi-Lo (High-Low Pricing -Hi-Lo- Strategy).
La consideración de estos factores permitirá llevar a cabo la elección de la estrategia de precios más adecuada en cada contexto específico.