En estos primeros días de setiembre, la cadena de supermercados D1 -que pertenece mayoritariamente al grupo colombiano Valórem- abrió su local número 500, y espera cerrar este 2016 con un total de 520 puntos de ventas, lo que quiere decir que se trata de una cifra histórica en el sector retail.
Si tomamos en cuenta que, en el 2013, D1 tenía 251 puntos de ventas y al cierre del 2015 ya tenía 319 locales, se entiende que la cadena inició un ambicioso y exitoso proyecto de expansión, abriendo entre 7 u 8 nuevas tienda por mes.
Pero si D1 sorprende en número de aperturas de tiendas, en lo que respectan a cifras de ventas y proyecciones de las mismas, también deja con la boca abierta a más de uno. Para este año, D1 espera facturar más de dos billones de dólares.
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Estas espectaculares cifras, nos harían pensar que D1 tiene una interesante estrategia de marketing comercial, pero sus locales mantienen su estructura original: espacios de 250 ó 300 metros cuadrados sin ningún tipo de decoración, y una exhibición simple de productos en las cajas originales de fábrica.
Todo hace indicar que la gran apuesta de D1 son los precios bajos de manera permanente, pues ha seducido al mercado colombiano al punto que esta cadena parece que no necesita hacer ningún tipo de promoción para seguir atrayendo nuevos clientes.
Sin embargo, no todo es color de rosa para D1. Un estudio de Nielsen reveló que sus clientes interactúan al mismo tiempo con otras cadenas de abastecimientos debido a la limitada oferta, ya que solo comercializa 500 productos.
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