Debido a la continuidad de la pandemia por Covid-19 y la aún vigente guerra entre Rusia y Ucrania, el mundo se sume en una creciente inflación que ya está golpeando a distintas industrias. En este caso, la industria de la moda y más específicamente las marcas fast fashion habrían perdido hasta un 30% de su valor en lo que va del año.
De enero a mayo, empresas como Inditex (Zara), H&M o Gap han sufrido en la bolsa sin precedentes. Más allá de las particularidades de cada uno, la crisis inflacionaria afecta de manera diversificada a cualquiera. Por un lado, se elevan los costes para los operadores; y por el otro, se registra una contención de la demanda por la pérdida de confianza del consumidor.
Marcas fast fashion no se recuperan a niveles prepandemia
Ni el más grande del segmento se salva. El grupo español Inditex, dueño de Zara, ha perdido un 27.7% de su valor en el transcurso del 2022. Entre las principales razones de su situación se calcula por el cierre de casi 600 tiendas, producto de la invasión rusa a Ucrania (500 están en Rusia). Es más, a mitad de marzo la compañía de Amancio Ortega se desplomó en la bolsa, lo que conllevó a una drástica decisión de aumento de precios.
Similar panorama padece el gigante sueco H&M, que en los primeros 5 meses del año ya ha perdido 27.2% de su valor. Los que más han sufrido en el tiempo son Gap y Bohoo, quienes han registrado un retroceso del 32% y 35.3% respectivamente. El gigante japonés del fast fashion, Uniqlo, es el que mejor se ha desempeñado, teniendo una caída de apenas 9% en el periodo. Le sigue Primark, con tan solo una reducción del 18.5%.
Por otro lado, entre las cadenas de moda rápida se encuentra el segmento exclusivo online. Allí se encuentran Zalando, quien tiene una pérdida del 52.5% de su valor. También está la británica Asos, que registra un 38.4% menos de valor de enero a mitad de mayo de 2022.
Este escenario complica las proyecciones de recuperación para el presente año, un 2022 con menores restricciones sanitarias y mayor flujo comercial.