El escándalo de La Polar no sólo perjudicó a la compañía sino que también tuvo como efecto el que muchos inversionistas institucionales adoptaran una postura más cauta a la hora de elegir sus inversiones.
Según confirma Hernán Uribe, gerente de finanzas de Ripley, estos agentes aún siguen siendo algo más cautos pero, a su juicio, con el tiempo empezaron a diferenciar lo que fue un caso puntual, versus el resto de las empresas.
“Al principio se tendió a mezclar a todos, y se metió al retail como una cuestión general, pero ahora se vio que fue una cosa muy particular, y las investigaciones que ha hecho la SBIF y la SVS, que han entrado a otras empresas, han mostrado que las cosas están bien y que las compañías son distintas”.
Nicolás Ibáñez, socio de Wal-Mart, si bien no cree que haya afectado mucho la confianza de los institucionales, sí se ha visto que los inversionistas están muy interesados por entrar en empresas, pero que ahora son más selectivos ya que exigen que sean más sólidas.
Por otro lado, el gerente general el Banco de Chile, Arturo Tagle, afirmó que si bien este escándalo fue “una tremenda tempestad en el mercado local, porque el tamaño del problema fue muy grande”, la institución no ha cambiado las condiciones de crédito para las empresas, ya que se entiende que se trató de un caso puntual.