Este 2023 será un año aún más difícil que el anterior, según advirtió la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Esto debido a que un tercio de la economía mundial entrará en recesión, ya que los principales motores de crecimiento ─Estados Unidos, Europa y China─ experimentarán un debilitamiento de la actividad.
“Para la mayoría del mundo (2023) va a ser un año duro, más duro que el que dejamos atrás (…) porque las tres grandes economías (Estados Unidos, la Unión Europea y China) se están desacelerando simultáneamente”, refirió.
En concreto, Georgieva señaló, durante una entrevista en la cadena estadounidense de televisión CBS, que la mitad de la Unión Europea estará en recesión este año, debido a que ha sido muy afectada por la guerra en Ucrania, y que China se desacelerará aún más. Mientras que Estados Unidos es más resistente. La representante del FMI confía en que la fortaleza de su mercado laboral le ayude a evitar la recesión e incluso a “sostener al mundo en un año muy difícil”.
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En cuanto a China, los datos publicados este sábado mostraron que la reversión abrupta de su política cero COVID empujó su actividad económica en diciembre al ritmo más lento desde febrero de 2020 cuando el virus se propagó por las principales ciudades del país asiático y causó que las personas se quedaran en casa y los negocios cerraran.
“Por primera vez en 40 años, es probable que el crecimiento de China en 2022 sea igual o inferior al crecimiento mundial”, dijo Georgieva. Además, es posible que el aumento de casos de COVID-19 en China pongan de nuevo en jaque a la economía mundial, lastrando el crecimiento en Asia y del mundo.
“El impacto en el crecimiento de la economía china será negativo durante los próximos meses, lo que repercutirá en el crecimiento mundial”, señaló Georgieva.
La desaceleración en las economías más grandes se traduce en tendencias negativas a nivel mundial
La peor parte se la llevarán los mercados emergentes y las economías en desarrollo, donde “las altas tasas de interés y la apreciación del dólar golpean aún más fuerte”. Además de aquellas economías con altos niveles de deuda, que vivirán un año “devastador”.
El FMI ya había anunciado en octubre de 2022 que más de un tercio de la economía mundial se contraería y que hay 25% de posibilidades de que el PIB global crezca menos de 2% este año, lo que define como una recesión global.
Esto refleja la continua presión de la guerra en Ucrania, así como las presiones inflacionarias y las altas tasas de interés diseñadas por bancos centrales como la Reserva Federal (Fed), que apuntan a contenerlas.
El FMI anticipa una desaceleración de la economía mundial de hasta el 2,7%. “Aunque los países en dificultades aún no son suficientes para desencadenar una crisis, si la lista sigue creciendo la economía mundial puede llevarse una sorpresa negativa”, añadió.