El minorista de ropa y accesorios Forever 21 abrió el fin de semana su primera tienda en Brasil y alborotó a los consumidores en busca de ofertas, que hicieron fila por hasta siete horas para comprar tops de $4 y otros artículos de moda a precios muy por debajo de sus competidores.
Los miles de clientes abarrotaron el centro comercial Morumbí, uno de los más grandes de São Paulo, donde la tienda de la cadena estadounidense de moda atrajo filas de más de 5.000 personas. Muchos llegaron atraídos por los precios, porque las prendas de temporada que se venden en Brasil usualmente cuestan 50% más que en las tiendas de Estados Unidos.
La mayoría de los artículos en la tienda de Forever 21 se venden a precios más altos que en EEUU., pero aun así son más baratos que prendas comprables en otros minoristas de Brasil.
“El valor que les damos a nuestros consumidores en EE.UU. (por su dinero ) se refleja en todos nuestros mercados. Nuestro consumidor nos conoce por nuestro gran valor y queremos mantenernos fieles a la marca”, dice Kristen Strickler, portavoz de Forever 21.
Marcas como Sephora y Gap también provocaron largas filas en sus aperturas en São Paulo, la ciudad y foco comercial más grande de Brasil.
Nunca antes se habían visto filas igual de largas como las que produjo Forever 21 el último fin de semana, ya que la gente empezó a hacer fila a las 6 de la mañana del sábado y volvieron a hacer fila el domingo.
Los analistas dicen que los precios baratos serán clave para el éxito de Forever 21 en el mercado de la indumentaria en Brasil, un sector que mueve US$54.000 millones al año.
El consumo ha sido uno de los principales motores de la economía brasileña en la última década a medida que millones de personas salieron de la pobreza e ingresaron a la clase media.
La empresa, que opera 615 tiendas en todo el mundo, planea abrir siete locales en Brasil este año, incluyendo ciudades como Rio de Janeiro, Brasilia y Porto Alegre.
Forever 21 abrió su primera tienda en América Latina en Bogotá en agosto de 2012, causando la misma reacción que el pasado fin de semana en Brasil: filas que se extendían miles de metros por horas.