El gobierno de Brasil retirará su respaldo a la controvertida alianza entre Pao de Acucar y Carrefour. Así lo indicó esta semana una fuente del gobierno, en una decisión que amenaza con abortar el plan.
El anuncio de la fusión desató la furia de la francesa Casino, que es uno de los controladores de Pao de Acucar y tiene el poder para bloquear la transacción. Asimismo, las estridentes protestas de Casino llevaron a la presidenta, Dilma Rousseff, a dar marcha atrás.
“Hay decepción por la forma en que la operación fue manejada (…) y (el gabinete de la presidenta Dilma Rousseff) decidió quitar el apoyo al plan de financiación”, dijo la fuente, que pidió no ser identificada.
El gobierno podría revisar su posición si los términos del acuerdo se modifican, agregó un portavoz del Gobierno. Cabe recordar que la propuesta de fusión es impulsada por el grupo Diniz de Brasil, que es el socio de Casino en la firma que controla Pao de Acucar.
Abilio Diniz, jefe de ese grupo y además presidente del directorio de Pao de Acucar, dijo la semana pasada que posee otras líneas de financiamiento listas para usar si el Bndes decide finalmente retirarse del negocio.
El presidente ejecutivo de Casino, Jean-Charles Naouri, dijo que el plan de fusión equivale a una “expropiación” de su participación en la mayor minorista de Brasil, en una clara señal de que no se rendirá.
Por otro lado, Casino se siente especialmente perjudicada porque en junio del 2012 toma la opción de comprar a Diniz su parte en Pao de Acucar y hacerse del control de la firma.
Cabe mencionar que sumándose a la oposición de Casino, el acuerdo fue duramente criticado por legisladores y empresarios de Brasil, que acusaron a Rousseff de intentar usar dinero del Estado para que Pao de Acucar rompa su acuerdo con Casino.
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